Por Gisela Gentile

A pocos días de que las clases presenciales vuelvan a ser partes de la vida de niños y niñas de nuestra ciudad, muchos son los interrogantes y dudas al respecto (más allá del conflicto salarial de los docentes que derivó en medidas de fuerza el próximo lunes 15 y martes 16 de marzo).

Si bien la mayoría de la población considera que la presencialidad es necesaria, a casi nada del comienzo se entremezclan muchas emociones de cara al tan ansiado regreso.

Al día de hoy, existen protocolos que ya se han dado a conocer por parte del Ministerio de Educación, pero aparecen otras opiniones al respecto, como la de los investigadores del Conicet y la UNR que están haciendo un llamado de atención para que estos condiciones de retorno sean reevaluadas.

Más allá de este nuevo conflicto en puerta, la comunidad educativa se encuentra expectante ante el regreso, por ello resulta importante remarcar algunas situaciones a tener en cuenta para volver a clases de manera segura y no quedarse en el intento.

En este marco, Conclusión dialogó con Abi Blanco, médica pediatra (Mat 22004 Reg. Esp 42/1505), para que mediante sus conocimientos y experiencias en el área salud entregue un detalle de las situaciones a tener en cuenta para el inicio de las clases presenciales en las instituciones. “Es necesario que los chicos vuelvan a la presencialidad, cumpliendo los protocolos y siendo responsable podemos lograrlo. Es muy necesario este regreso, ya que han tenido todo un año sin actividades de todo tipo, escuela virtual, sin contacto con su pares y maestros. Es fundamental tanto para su desarrollo cognitivo como psicoemocional. Por ello la importancia de cuidarnos, ser responsables y cuidar a los adultos. Bajo ningún punto de vista podemos responsabilizar a los niños si surge algún contagio, sino evitarlo con la conducta del grupo familiar”.

“Sabemos que el principal foco de contagio va a ser el familiar. Por ello si algún integrante del núcleo familiar está con síntomas y mandamos al niño a la escuela, estamos poniendo a muchos en una situación de riesgo”, expresó la doctora.

En primer lugar, resulta importante realizar una diferenciación por edades, ya que los cuidados no van hacer los mismos en los niños de nivel inicial, que en los de primaria. “Si bien los hábitos de higiene se van a enseñar, mantener y reforzar en todas las edades, es probable que en un jardín de niños de 3 y 4 años no podamos mantener, por ejemplo, el uso de barbijos. Por otro lado, todo lo que tenga relación a lo corporal, emocional, gestual y verbal pesará mucho más en el nivel inicial. Los chicos de más de 6 años podrán comprender con mayor facilidad las reglas de distanciamiento, el uso del barbijo o alcohol y el lavado de manos. A su vez podemos explicarle de manera más sencilla, si algún compañero empieza con síntomas y es necesario suspender las clases. Situación que no se comprenderá de igual manera en los más pequeños”, sostuvo.

Es muy importante reforzar el cuidado de los familiares adultos. “Sabemos que el principal foco de contagio va a ser el familiar. Por ello si algún integrante del núcleo familiar está con síntomas y mandamos al niño a la escuela, estamos poniendo a muchos en una situación de riesgo. Agregando también que si el niño empieza con síntomas no puede ir a la escuela, por más de que sea un síntoma menor”.

La consulta con el médico o pediatra de la familia será más que importante en esta nueva etapa que comienza. “Tener un contacto fluido con el médico de cabecera será fundamental, ya que estaremos transitando algo nuevo para todos. No se podrá hacer como en otros tiempos que, aunque tuviera una tos se lo mandaba igual y sólo dejaba de ir cuando hiciera fiebre. Por ello tomo como primordial es el contacto con el médico de cabecera, tengamos en cuenta que en poco tiempo comenzarán a circular las enfermedades de la infancia y no todo lo que sea moco y fiebre tiene que ser Covid”.

Es fundamental recalcar que ante los primeros síntomas ese niño tenga una consulta con su médico

En este sentido la médica Blanco agregó, “no vamos a poder aislar a los niños todo el tiempo por un moco, dolor de cabeza o panza. Entonces es fundamental recalcar que ante los primeros síntomas ese niño tenga una consulta con su médico, para ser evaluado en 24 o 48 horas para observar su evolución, y ver en conjunto el aislamiento o no de la burbuja”.

El foco de cuidado no deberá estar solo en los niños, sino en toda la estructura familiar. “Sin dudas que vamos a necesitar de la responsabilidad de todos los adultos para de esta manera no poner en riesgo a otros niños. Los adultos vamos a tener que cuidarnos mucho más y a su vez cuidar al resto de la familia y a los que sean de riesgo, ya que los chicos van a entrar en contacto con otros niños, que a su vez tienen familiares, es un círculo. Entonces el cuidado deber ser primordial y reforzar todo lo que se pueda el cuidado de adultos y niños”.

Es importante evaluar las condiciones particulares de cada niño y cada familia. “No es lo mismo aquel niño que concurra a clase que sea sano, que otro que tenga una patología de riesgo y a su vez si en esa familia hay algún familiar con factores de riesgo. Todas esas situaciones también hay que tenerlas presentes”.

La comunicación va a jugar un papel muy importante en esta nueva etapa. Es necesario dar aviso, dialogar con la escuela, la burbuja de la cual sea uno parte y respetar los protocolos ante todo”, enfatizó.

En los últimos días, más de 13 investigadores firmaron un documento dirigido a la Ministra de Educación Adriana Cantero y la Subsecretaria de Educación Primaria, Nanci Alario, donde señalan que las escuelas llevarán adelante protocolos que no serían los más indicados.

“Estudios científicos realizados desde hace varios meses muestran evidencia concluyente sobre el rol predominante de los aerosoles en la transmisión del SARS-CoV-2, sugiriendo que al menos el 80% de los contagios tienen lugar por esta vía. En este sentido, la orden que están dando a las escuelas de aumentar el tiempo de permanencia en recintos a 90 minutos, va en contra de la principal recomendación para prevenir el contagio y pone en serio riesgo a docentes y alumnos, al forzarlos a estar en un sitio donde probablemente se acumulen aerosoles”, especifica parte de la carta enviada a las autoridades anteriormente nombradas.

En este contexto la pediatra indicó, “casualmente estuve escuchando una charla de una infectóloga pediátrica y van en ese mismo sentido. Las recomendaciones son clases cortas y recreos más largos. Siendo recomendable que todas las actividades que así lo permitan, se realicen al aire libre. Es importante el distanciamiento respiratorio y no tanto de contacto, por ello el pedido de los cambios de protocolos, incluso también se habla de que los chicos se sienten siempre en el mismo lugar, tanto en el trasporte escolar, como el en aula, con el fin de aislar a quien corresponda. Es decir que, si el niño de la primera fila hace síntomas, no se tendrían que estar aislando a todos porque aquel que se sentó más alejado o la maestra que estuvo a más distancia, no tendrían indicación de aislamiento. Al ser una enfermedad nueva los protocolos irán cambiando al mismo tiempo que conozcamos más sobre ella”, concluyó.