El Colegio de Ingenieros Civiles de Córdoba reimpulsó un proyecto mediante el cual se construirá un canal navegable de mil kilómetros en el cual se trasladará la producción agropecuaria cordobesa hasta el mar, para su posterior exportación, en lo que ayudaría a solucionar muchos de los problemas de infraestructura que atraviesa el país.

La obra recorrerá 1.083 kilómetros. Partirá desde la localidad de Arroyito, para descender transversalmente en dirección norte-sur contando con seis estaciones de carga en Las Varillas, Cintra, Bell Ville, Justiniano Posse, Wenceslao Escalante y La Cesira. Posteriormente girará hacia el mar, en el ingreso a Buenos Aires, al noroeste de la provincia. Allí descargará en un puerto de aguas profundas, que puede ser el de La Plata o el proyectado en Punta Médanos.

El ideólogo de la propuesta, que existe desde los años 90′, es Luis Braceras, coordinador de la Comisión de Transporte del Colegio. Él asegura que aunque parezca una megaconstrucción, es mucho más económica que, por ejemplo, la construcción de una autopista, y que es el equivalente a la inversión prevista para ejecutar los gasoductos troncales en toda la provincia cordobesa, según informó el portal AgroVoz.

El proyecto, cuya construcción también solucionaría el frecuente problema de las inundaciones en aquellas zonas, llegó a estar incluido en el plan estratégico vial de la Provincia de Córdoba, pero fue desechada debido a las crisis económicas del 2001 y 2002.

“El de la infraestructura es uno de los problemas endémicos de la Argentina: tapamos los granos con pus con una curita hasta que en algún momento viene la crisis y vuelve a verse la herida. La situación está que estalla. En cuanto debate político que hay, aparece el tema de infraestructura y fletes. Este es un proyecto dirigido a la producción agraria argentina, para que nuestros productores puedan abaratar los fletes que impactan hasta en el 50 por ciento de su rentabilidad”, aseguró Braceras al mencionado portal.

En cuanto al tamaño de la obra será un canal de tres metros de profundidad por 25 de ancho. En su recorrido está prevista la construcción de 24 exclusas para nivelar la reducción de altura a medida que se acerque al mar, lo que permite el traslado de barcazas que se puedan sumergir hasta dos metros.

El costo estimado por parte de los autores del proyecto es de unos 880 millones de dólares, equivalente a lo que la Legislatura autorizó al Gobierno cordobés para endeudarse para la ejecución de los gasoductos. Según Braceras, un kilómetro de canal cuesta alrededor de 800 mil dólares, mientras que uno de autopista cuesta un millón.

En cuanto a plazos, estiman que puede ejecutarse en tres años sin demoras, dividiéndolo en tramos con licitaciones internacionales separadas.  El beneficio económico para los productores sería de una reducción de costos, que pasarían de un promedio de 35/40 dólares por tonelada para un transporte en camión a puerto o 17 dólares por el traslado en ferrocarril, a seis dólares. La ventaja de transportar la mercadería en agua, donde se aliviana el peso, es que un convoy de cuatro barcazas con 1.600 toneladas se puede llevar con un remolcador con un motor de camión que sobre tierra sólo puede llevar 30 toneladas.