Los trabajadores municipales de Timbúes se encuentran de paro y realizando un corte en la ruta 11 para exigir la reincorporación de dos despedidos. Además, piden que sean blanqueados doce empleados que llevan más de cinco años y medio trabajando en negro.

Los trabajadores de la comuna de Timbúes, localidad del departamento San Lorenzo, acudieron a los medios para visibilizar la precarización laboral a la que fueron sometidos durante años y pedir la inmediata reincorporación de dos empleados despedidos.

Conclusión dialogó con José Febres, quien tiene abierto un sumario administrativo por llevar adelante la lucha, para poder conocer a fondo la situación actual del conflicto. «Lo que queremos es ser escuchados. Estamos pidiendo, solamente, por nuestros derechos», manifestó.

«Estamos con una quema de cubiertas -contó-, pacífica, fuera de la comuna, para que nos atiendan. Seguimos de paro, desde el lunes 16 de abril que estamos así».

Febres hace cinco años y cuatro meses que está blanqueado, pero no lo efectivizan. El no es el único atravesado por la precariedad laboral: «Han pasado muchos (trabajadores) por delante mio; gente que ha entrado hace poco, de cuatro meses, y las han blanqueado. Hay doce compañeros que están en negro y hace más de cinco años que están así. Es una vergüenza», relató.

Los manifestantes señalan como máximo responsable al jefe comunal de Timbúes, Amaro Rodolfo González, de Unite. Aún así, apuntan que en febrero se firmó un acta en el Ministerio de Trabajo que no se está respetando y las autoridades provinciales no han efectuado medidas para solucionar el conflicto.

«En esa acta se firmó un acuerdo de dos (blanqueamientos de personal) por mes, que era para empezar en marzo y llegó abril y nadie quedó. No se respetó eso, por eso se decidió parar», explicó Febres, a quien, junto a su compañero Raúl Santillan, le abrieron un sumario administrativo luego de iniciar las protestas.

«A los compañeros que están en negro no les están pagando y tienen familia, hijos a los cuales mantener», expresó Febres, al tiempo que advirtió que la planta total de la comuna es de «trescientos empleados efectivos, noventa contratados y cerca de doscientas personas que están en negro».

«Acá lo que se está pidiendo es por los doce compañeros que más antiguos son, pero después entró un montón de gente nueva en negro», concluyó.