Por Alejandro Maidana

No da para más, la imperiosa necesidad de ponerle un coto a la quema desprejuiciada en las islas, sigue movilizando distintas acciones que persiguen un mismo fin. El daño originado en los humedales, sus comunidades y ecosistemas, interpela la inacción estatal, consolidando la idea de que este tipo de hechos, gozan de una impunidad manifiesta.

Cabe destacar que este reclamo lejos está de ser algo novedoso, ya que esta problemática se remonta a la expansión ganadera que encontró «tierra fértil» en el Delta a mediados del 2000. Allí comenzarían a darse los primeros incendios en Victoria, en aquel momento fueron cerca de 25 mil hectáreas las que se quemaron.

De allí en adelante, y con momentos muy álgidos que se vieron agravados por la sequía, las quemas lejos estuvieron de apaciguarse. Los incendios revelaron la total ausencia de una regulación ambiental que se correspondiese con el inédito desarrollo ganadero en el Delta.

Frente a esta debilidad institucional, el Gobierno Nacional y los tres Gobiernos provinciales con jurisdicción en el Delta firmaron un acta acuerdo que dio origen al Plan Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible del Delta del Paraná (Piecas-DP). Dicho Plan fue concebido como una herramienta de ordenamiento ambiental del territorio. Uno de sus objetivos fue “encontrar soluciones viables y efectivas a la problemática de los incendios que recurrentemente afectan diferentes zonas del Delta del Paraná, en tanto se desarrollan sobre un humedal caracterizado por su fragilidad”, indicaron las distintas organizaciones en la nota enviada.

En los humedales, los incendios acarrean efectos inmediatos en la mortandad de fauna silvestre, así como en la vegetación herbácea y en los bosques. Al remover la cobertura vegetal, el fuego modifica funciones claves de estos ecosistemas, tales como la provisión de alimentos y de refugio para los animales, y la resistencia a la erosión durante las crecientes, entre otras; también aumenta la emisión de CO2 intensificando los efectos del cambio climático.

Los incendios en el Delta del Paraná, con dimensiones de gran magnitud en jurisdicción entrerriana, dejan en evidencia la ausencia de un control de actividades antrópicas por parte de las autoridades competentes

A estas consecuencias directas en las áreas quemadas, se suman, otras indirectas, sobre la floración y germinación de especies vegetales nativas y el ingreso potencial de especies exóticas, con efectos negativos en la vegetación autóctona y en la apicultura.

Los incendios en el Delta del Paraná, con dimensiones de gran magnitud en jurisdicción entrerriana, dejan en evidencia la ausencia de un control de actividades antrópicas por parte de las autoridades competentes, la irresponsabilidad de quienes recurren al fuego para el desarrollo de actividades y la débil institucionalidad ambiental para la gestión sostenible de la región”, señalaron.

Evaluar la propuesta de crear un área protegida en la zona de las islas del Delta, donde convivan las tareas productivas con parques nacionales

El envío se realizó al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Nación y de Santa Fe, a la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos, al organismo responsable de ambiente de Buenos Aires, y también a autoridades encargadas del Plan Nacional de manejo del fuego.

En un contexto de bajante extraordinaria del río Paraná, esta grave situación eleva hasta límites alarmantes la presión sobre los ecosistemas de humedales y pone en riesgo la salud y la vida de las poblaciones del Delta y de las ciudades ribereñas”, subrayaron en el documento enviado y firmado por más de treinta organizaciones, instituciones y personas vinculadas al Río Paraná y sus humedales, de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, y Buenos Aires.

El documento enviado incluye referencias sobre la situación actual, la historización de la problemática de los grandes incendios, asociada principalmente a la expansión ganadera en el Delta y que se repite desde hace casi veinte años. Asimismo las organizaciones sientan una posición ante el anuncio oficial de “evaluar la propuesta de crear un área protegida en la zona de las islas del Delta, donde convivan las tareas productivas con parques nacionales”.

Aquí el documento enviado