En la noche del miércoles 1 de febrero, Lorenzo Altamirano, conocido como ‘Jimi’, salía de ensayar con su banda «Bombas de Rabia» y se dirigía a su casa caminando, tras acompañar a una amiga a tomarse un colectivo en bulevar Oroño y 27 de Febrero.

Cerca de las 22.30, ‘Jimi’ cruza en la esquina de Ovidio Lagos y 27 de Febrero, siendo registrado por una cámara de seguridad de la zona. Ese, finalmente, sería el último registro que se tendría de él con vida.

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Posterior a ello, personas movilizadas en un auto secuestraron a Lorenzo y lo golpearon hasta llegar a la puerta de la cancha de Newell’s Old Boys, donde veinte minutos después de la grabación de la cámara fue arrojado y asesinado de tres disparos: uno en la cabeza, uno en el estómago y otro en la mano. Más tarde, descubrirían entre sus ropas una nota, dirigida a integrantes de Los Monos y la barrabrava leprosa.

Este domingo, cuatro días después del cruel crimen, una importante movilización tuvo lugar en los últimos puntos en donde se lo vio con vida, reclamando justicia por Altamirano y para que no vuelva a suceder un episodio similar.

Los familiares y amigos del joven aseguran que no tenía ninguna vinculación con la barrabrava ni con Los Monos. Por el contrario, comentan que era un artista que se dedicaba a la música y los malabares, alejado de cualquier actividad ilícita.

Jessica, amiga de ‘Jimi’, aseguró en diálogo con Conclusión que “el pedido es de justicia”, pero “queda chico y vacío, porque justicia sabemos que es muy raro que haya”.

En ese sentido, y acompañando las informaciones que surgieron desde el primer día, la amiga del joven aclaró que “no pertenecía a ninguna barrabrava, no iba a la cancha, no le importaba el fútbol” y “no conocía a ningún narcotraficante”, y que fue por los medios que se enteraron que las personas mencionadas en la nota eran de Los Monos o barrabravas ya que ninguno conoce “a nadie de los que estaban en esa nota que dejaron con el cuerpo de él”.

“Por eso entonces a veces pensamos que el pedido de justicia es como medio vacío, porque sabemos que justicia no va a haber, que esta ciudad está llena de narcotraficantes y nadie hace nada. Pedimos que la gente sea un poco más empática; al otro día se jugó un partido de fútbol con total frialdad, se gritaron goles, cuando hacía un par de horas habían matado a un pibe en la puerta de esa cancha. Y pensar que podía haber sido cualquiera; cualquier hijo, cualquier hermano, cualquier amigo. Yo era de esa gente que estaba escuchando las noticias en mi casa y hoy en día estoy acá llorando a un amigo. Entonces, no esperen a que sea el amigo de ellos o el familiar de ellos. Que vengan antes. La única forma es salvarnos entre nosotros. No esperen, es ahora», pidió la joven.

«Agarraron a un pibe en la calle, que salía de ensayar con su banda, de la nada, volvía caminando a su casa, lo secuestraron, lo violentaron arriba del auto, lo tiraron en frente de una cancha y le tiraron tres tiros. Uno en la cabeza, uno en el estómago y uno en la mano. Lo digo así porque así de cruel fue. Y yo no paro de pensar en qué pensaba él cuando lo subieron a un auto, qué decía, no paro de escuchar la voz de él diciendo que no tenía nada que ver. Entonces, piensen en el miedo y el terror que tenía él, y salgan a pedir justicia”, describió desgarradoramente su amiga en diálogo con este medio.

Sobre Lorenzo, la joven contó: «Jimi era malabarista, era músico, laburaba de hacer malabares en los semáforos, vivía con su familia, planeaba salir de viaje, se iba a ir en enero a Brasil y lamentablemente no se fue porque tenían un recital ahora en febrero. Lamentablemente no le dio el tiempo».

«Era la mejor persona que yo conocí, era buenísimo, un pibe que estaba siempre, para cualquier cosa, te mandaba mensaje de buenos días, para decirte que te vaya bien en el estudio, era buenísimo. Por eso también somos tantos hoy. Yo te digo esto y antes veía mensajes de gente que compartía y todos decían lo mismo de él, todos hablaban bien», agregó en recuerdo de su amigo.

«Vamos a seguir moviéndonos igualmente y no vamos a parar porque no queremos que se olviden, no queremos que sea la noticia de moda y que mañana sea otro pibe. Vamos a seguir moviéndonos y que el nombre de Jimi permanezca en el tiempo, que no sea uno más«, cerró la joven.

La movilización comenzó en Bulevar Oroño y 27 de Febrero, y desde allí se trasladó hacia la avenida Pellegrini para finalizar en la puerta del estadio de Newell’s, donde fue encontrado el cuerpo.