El 26 de agosto de 2019, Sandra Isabel Terrone, de 45 años, y su madre, Rosa Dominguez, de 80, fueron encontradas en medio de un baño de sangre, en el departamento en el que ambas convivían en calle Laprida al 1400, en Rosario. Sandra había recibido más de 10 puñaladas y falleció en el lugar, en tanto que su mamá pudo ser trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde murió horas después, a causa de heridas punzo cortantes. Por el doble femicidio fue acusado Andrés Daniel R., quien comenzó a ser juzgado este lunes y que enfrenta un pedido de pena de prisión perpetua.

Horror

Según las crónicas de esas horas, la mañana anterior a su muerte, Isabel le había enviado un mensaje a una amiga, en el que le decía que tenía problemas con su pareja. Pasadas varias horas, y tras no tener más novedades de ella, la mujer se dirigió al departamento de calle Laprida y golpeó repetidamente sin tener respuesta. Muy preocupada, logró contactar con una mujer que trabajaba en la casa, con quien logró ingresar. Cuando lo hicieron se encontraron con la dantesca escena. Había un gran desorden en el departamento, mientras que madre e hija yacían en sus respectivas habitaciones, rodeadas de sangre. Isabel ya estaba fallecida mientras que Rosa aún se encontraba con vida. Si bien esta última fue trasladada al Heca, murió allí poco después.

El principal sospechoso del doble femicidio fue Daniel Andrés R., concubino de Isabel. Tras una intensa búsqueda, fue detenido varias horas después, en estado de shock y con escoriaciones en las manos.

>>También te puede interesar: Doble femicidio: falleció la otra mujer herida en Laprida al 1400

El sospechoso fue imputado días después por los delitos de homicidio calificado por mantener relación de pareja y haber mediado contexto de violencia de género y homicidio calificado por ser cometido para procurar la impunidad, en concurso real y en calidad de autor. Según la información proporcionada en ese momento por el fiscal Miguel Moreno, los crímenes estaban relacionados con disputas internas de la pareja, en la que el dinero era el tema central de esas disputas. Según lo investigado, en los días previos hubo un distanciamiento y el acusado se había ausentado de la casa por problemas económicos.

La acusación

Este lunes se llevó a cabo la primera jornada del juicio oral y público contra Andrés Daniel R. Ante los jueces Carlos Leiva, Román Lanzón y Mariano Aliau, en su alegato de apertura, el fiscal Gastón Ávila relató que «hacía más de 10 años que Andrés Rojas e Isabel Terrone estaban en pareja y los últimos habían estado marcados por la violencia física, psicológica y económica que él ejercía sobre ella».

Rojas tenía problemas económicos y le debía dinero a prestamistas usureros, por lo que decidió aprovecharse de su pareja y de su suegra, manipulando y endeudando a ambas, generándoles un menoscabo patrimonial que llevó su situación económica al límite, lo que terminó con el asesinato de ambas cuando el 26 de agosto de 2019 apuñaló más de diez veces a Isabel y luego, para garantizar su impunidad, apuñaló en la cabeza a su suegra.

Por estos hechos el fiscal Ávila solicitó al tribunal que lo condene a prisión perpetua como autor de homicidio calificado por la relación de pareja y por mediar violencia de genero y homicidio criminis causa por haber matado para procurar su impunidad.

Por su parte, el defensor público Daniel Kantor explicó que la si bien la pareja tenía peleas como cualquier otra, Rojas nunca fue violento con Isabel y que nunca le exigió dinero ni la sometió económicamente. Cuando se vio ahogado por los problemas económicos decidió irse de su casa por temor a los prestamistas a los que había recurrido y cuando volvió lo hizo por creer que su familia podía estar en peligro. Finalmente, acusó a la fiscalía de no investigar otras teorías y de no poder probar los hechos de los que acusa a Rojas, por lo que deberá ser absuelto.