Juan Facundo Besson*

El 12 de febrero de 1951 partió de Buenos Aires la primera expedición científica a la Antártida Continental a bordo del transporte Santa Micaela, al mando del Capitán de Ultramar Santiago Farrel y encabezada por el General de División Hernán Pujato.

En el puerto era despedida por una multitud junto al General Juan Domingo Perón y a su esposa, María Eva Duarte de Perón.

Treinta y siete días más tarde, y a la par de una dotación de siete personas, se izó por primera vez la bandera nacional al sur del círculo polar antártico al inaugurar la Base del Ejército San Martín.(1)

Cabe destacar que el establecimiento de la base en la bahía Margarita, vino acompañado de un intercambio de disparos, que no pasó a mayores, con tropas británicas que se encontraban en la zona.

A partir de ese momento, Pujato y sus hombres comenzaron un ambicioso plan de reconocimiento que cubrió más de 105.000 km2 y que llenó todo aquel territorio de topónimos argentinos.

Alrededor de la fundación de la Base se construyeron una serie de refugios que quedaron como testimonio del paso de los argentinos por aquellos recónditos lugares: Paso de los Andes, Nogal de Saldán, Granaderos, Plumerillo, Chacabuco, Yapeyú, Maipú y 17 de agosto.(2)

En el proceso de exploración, el General Hernán Pujato junto a sus hombres utilizaron todos los medios disponibles para efectuar la ocupación y el relevamiento de nuestro Sector Antártico utilizando rompehielos, trineos de perros, tractores a oruga, avionetas y helicópteros, siendo siempre su objetivo final: el Polo Sur, extremo austral de la Patria y del mundo.

El despliegue estratégico en la Antartida

Contemporáneamente con el despliegue del Ejecito, la Armada(3) creó su propio grupo especializado, el Grupo Naval Antártico, comandado en su inicio por el Capitán de Fragata Rodolfo N. Panzarini y el 8 de abril de 1951 fundan la Base Almirante Brown.

A esto, se le adiciona el establecimiento de la Base Esperanza el 31 de marzo de 1952. Esta última operación implicó la construcción del Faro Esperanza y el establecimiento en forma permanente de la única población civil de la Antártida, aún en el presente, junto a la vecina chilena Las Estrellas.

Al despliegue del Ejército y la Armada en los años 1952 y 1953, se incorporó a la actividad antártica la Fuerza Aérea Argentina, que se había desarrollado fuertemente en los años anteriores, adquiriendo su plena autonomía como arma.

Los antecedentes de la política antártica

Durante muchísimo tiempo, era normal en cualquier manual o texto de las Fuerzas Armadas Argentinas o del Ministerio de Guerra leer la importancia de la fundación del Destacamento Islas Orcadas en el año 1904, ejemplificado como el hito fundamental del avance hacia la inmensidad helada y a continuación, un liviano relato atemporal sobre operaciones posteriores.

Más allá de ese hecho aislado, antes de 1946, Argentina no tuvo una política internacional que considerara nuestras perspectivas, derechos y responsabilidades en relación a los gigantescos espacios del Atlántico Sur y de la Antártida, abarcando también a nuestras Islas Malvinas.

Es recién con Juan Domingo Perón que se traza una política estratégica en materia antártica.

Atento a ello, por el Decreto 17.040 del 9 de junio de 1948, fue creada la División Antártida y Malvinas bajo dependencia del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.

Su función era entender en todo lo relacionado con la defensa de los derechos jurídicos argentinos sobre la Antártida Argentina, las Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.

El año anterior se había creado la Subcomisión Islas Malvinas e Islas Georgias del Sur.

Unos meses antes, específicamente el 4 de marzo de 1948, Perón impulsó y concretó un acuerdo con Chile de protección y defensa jurídica sobre la Antártida y espacios marinos australes, declarando ambas naciones que “en cuyos territorios se reconocen Chile y la República Argentina indiscutibles derechos de soberanía”.

Ya estaba planteado y mostrado, además, como un pensamiento en marcha un acuerdo estratégico con el hermano país para desplegar un bloque de defensa de los espacios y recursos estratégicos del extremo sur.(4)

Posteriormente, en septiembre de 1948, se dictó la ley nacional 13.234 que fue la primera ley de Defensa Nacional del país y que constituyó la pieza jurídica central del primer sistema institucional integrado de Defensa Nacional.

Esta ley, increíblemente avanzada para la época y estratégica para nuestras aspiraciones antárticas, creó el CODENA (Consejo de Defensa Nacional) presidido por el Presidente de la Nación.

El CODENA se componía de todos los ministros del Poder Ejecutivo nacional, lo que evidenciaba claramente la concepción global de la defensa nacional que involucraba todo el cuerpo social.

Se le reservó entonces al CODENA, la responsabilidad institucional máxima en la preparación y coordinación del esfuerzo nacional defensivo, en asistencia al Presidente de la Nación.

Todo ello convirtió a la ley 13.234 en una norma precursora en la materia tanto a nivel nacional como regional, lo cual se completó el 15 de julio de 1949 con la creación del Ministerio de Defensa mediante la ley 13.529, estableciendo la conducción político – institucional de las fuerzas armadas.

Entre 1950 y 1955 la Argentina, en el marco de un plan estratégico diseñado por Juan Domingo Perón, batió varias veces sus propias marcas en la exploración y ocupación del territorio nacional antártico, atravesando el Círculo Polar Antártico, estableciendo además la base de experimentación científica más austral del mundo y por primera vez atravesando íntegramente el Mar de Wedell, estableciendo una base que por muchos años fue la más austral del mundo.

1 – En año anterior, el 18 de enero de 1950, el Ejército Argentino había creado la Base Ejército General Belgrano con el objetivo de asegurar la presencia argentina en el Mar de Wedell y como punto de apoyo para una proyectada expedición al Polo Sur, consagrándose con la más austral del mundo, hasta la fundación poco después de la base estadounidense Amundsen- Scott.
2 – https://argentinatoday.org/2015/12/15/el-general-argentino-que-quiso-conquistar-la-antartida/
3 – Ya el 31 de marzo de 1947 la Armada había creado en la Antártida la Base Melchior y, el 25 de enero de 1948 la Base Decepción.
4 – http://www.malvinense.com.ar/snacional/an0708/817.htm
*Abogado. Miembro de la Cátedra Libre Juan Domingo Perón – Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario