El partido político que lidera Mauricio Macri parece ir a fondo para llegar al poder en la bota argentina. Lo corroboran ciertas operaciones de prensa y que se recrudecerán a medida que pase el tiempo y se acerquen las elecciones del año próximo.

¿De la mano de socialistas y peronistas? La última parte del título suena paradojal y grotesca. ¿Cómo el socialismo y el peronismo podrían ayudar al desembarco de Cambiemos en Santa Fe? Parece una perogrullada, pero ¿lo es?

Hace apenas unos minutos, antes de comenzar a escribir esta columna, un sindicalista dijo al autor de la misma: “Pareciera como que Cristina le sirvió en bandeja el triunfo a Macri al llevar como candidado a Aníbal en Buenos Aires y al “Chino” Zanini a la vicepresidencia”. Bueno, las palabras del dirigente no suenan disparatadas si se tiene en cuenta que hasta hay dando vueltas versiones de que la ex presidenta desoyó hasta sugerencias del mismo Papa.

Hoy, en la provincia de Santa Fe, aparece la figura de Cambiemos advirtiendo que viene por la bota argentina. Lo dijo el propio Rogelio Frigerio en su visita a la provincia, y lo corroboran ciertas operaciones de prensa que han comenzado ya, y que recrudecerán a medida pase el tiempo y se acerquen las elecciones del año próximo.

Y esto es posible de la mano de un peronismo disuelto, atomizado, silencioso, ausente en muchos aspectos, y sin referentes; y de un socialismo que no ha sabido o no ha podido contrarrestar los ataques mediáticos ni comunicar debidamente aquello que la sociedad debiera saber. La comunicación falla en el peronismo y el socialismo. Extraño esto último, es hasta insólito por no expresar alarmante. Bueno, la ausencia de voceros idóneos es un paradigma de los últimos tiempos. Un socialismo que, la verdad sea dicha, no ha querido abrir el juego y hacer una generosa convocatoria para dar solución a los conflictos que asolan a la ciudad de Rosario y a la provincia de Santa Fe.

En este contexto, no llama la atención que mucha gente vaya incorporando la idea ofrecida por muchos medios porteños y “vernáculos” de que Cambiemos es necesario en Santa Fe.
Como la figura que puede entorpecer los planes del gobierno nacional es el ex gobernador Antonio Bonfatti, el hombre más votado, no llama la atención que algunos operadores políticos aliados del gobierno nacional disparen contra él y se hagan eco de ello medios y periodistas “unitarios” de todas partes.

Y como en el peronismo podría aparecer la figura del senador Omar Perotti como referente aglutinante, se ha echado a rodar en los últimos días la versión de que “está negociando con Cambiemos”. Para algunos es sólo una burda operación política para desarticular al peronismo, bloquearlo. Puede ser, lo que es indudable es que la versión comienza a desparramarse por todos lados y la gente “compra” estas probables ilusiones, como compra que el problema del narcotráfico es responsabilidad de los santafesinos, como si no se tratara de un flagelo que debe resolver, en gran medida, el gobierno nacional de la mano del Ministerio de Seguridad y del ámbito penal y la justicia federal. Pero…

El senador bonaerense por el Frente Renovador Jorge D’Onofrio criticó hoy con dureza a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, al considerar que «está más preocupada en ver como tira una primicia que en combatir al crimen organizado». Tiene razón el senador, lo que pasa es que Patricia lo tiene detrás al comunicador Durán Barba y enfrente (al menos en Santa Fe) en comunicación sólo hay… ¿hay?

Bueno, es fuerte, claro, enoja, pero Cambiemos viene por Santa Fe de la mano de socialistas y peronistas. De lo que no caben dudas es de que Cambiemos viene acompañado también de algunos radicales otrora progresistas hoy de centro derecha: “Cosas veredes Sancho que non credere”.