Foto: Gentileza Edu Bodiño/ La Vaca

La visión del mundo que venimos percibiendo cada vez que escudriñamos un poco más allá de nuestras propias narices, se percibe oscura, a los lejos y en nuestros propios barrios. La violencia también proviene de un modelo productivo que hambrea y enferma, dejando un tendal de pueblos fumigados y cientos de miles de niños y adultos cada vez más enfermos por los agrotóxicos. Pero siempre aparecen ideas, trabajos y proyectos que empujan la oscuridad y generan esperanza. Algo de eso es lo que se hace realidad en Zavalla, una comuna que, con la intervención estatal y la colaboración de la Facultad de Ciencias Agrarias, propicia la producción agroecológica, imponiendo una tasa ambiental destinada a los productores que implementen dicho sistema y poniendo en funcionamiento el molino agroecológico más grande de Latinoamérica.

En diálogo con Conclusión, el presidente de la comuna, Guillermo Rajmil, explicó que desde su gestión lograron promover la tasa ambiental, un impuesto mínimo ($1.700 anuales) que se impuso hace tres años y se incorporó al impuesto urbano. “Dicha recaudación se destina íntegramente a impulsar los proyectos y producciones agroecológicas en el periurbano”.

“Se trata de trabajar en conjunto con toda la comunidad, tanto el productor que trabaja los campos del periurbano como el habitante de la localidad que vive en un área urbana. Este impuesto nos permite subsidiar y fomentar proyectos agroecológicos. Y es muy importante destacar que la tasa no es para el propietario del campo, sino para el que trabaja la tierra, no es para generar una renta al que tiene la propiedad sino para favorecer al que la trabaja”

En relación a ello, Rajmil recordó que uno de los usos que se le dio a ese dinero es a la puesta en marcha de un molino agroecológico, el más grande de Sudamérica.

“Nosotros consideramos que nuestro país necesita alimentar a los ciudadanos a un costo accesible con productos sanos, generando producción y trabajo. Con ese enfoque, logramos tener 200 hectáreas en el periurbano con los cultivos que se producen tradicionalmente en nuestra localidad. Ahora estamos trabajando para darle un valor agregado, al trigo agroecológico y al maíz, en forma de polenta y harina”.

Para darle ese valor agregado, se está reconvirtiendo un molino, que pertenecía a una familia de la comuna y que llevaba años cerrado, para transformarlo en un molino 100% para harina integral agroecológica. “Se va a transformar en el molino industrial agroecológico más grande de Latinoamérica”.

En ese sentido, el presidente comunal de Zavalla explicó que “los productos del periurbano tienen 100% de certificación y de trazabilidad”, por eso el desafío era tener un molino específicamente para eso, “sin que haya mezcla de productos, por eso este molino es 100% agroecológico, porque no va a haber pérdida de la trazabilidad con otros productos, entonces está certificado”.

Biopreparados con perspectiva de género

Otra pata de este proyecto tiene que ver con los biopreparados. El modelo productivo agroecológico elimina el uso de los plaguicidas, altamente tóxicos para quienes los utilizan y para quienes viven en las zonas en que se aplican, y los reemplaza por biopreparados, para el manejo sustentable de las plagas.  

Para hacerlo, también se puso en juego la perspectiva de género y Rajmil explicó que se buscaron mujeres que fueron formadas y capacitadas para dedicarse a producir esos biopreparados, tanto plaguicidas como fertilizantes, que se aplican en el periurbano.

“Trabajamos continuamente con la facultad de Ciencias Agrarias en todo el proceso agroecológico. Hay un campo que la comuna alquiló y en el cual se trabaja con la facultad y asesora las producciones agroecológicas con todos los técnicos que asesoran y también recolectan datos. Además, la facultad participa y trabaja en la producción de biopreparados, se utiliza tanto para la producción como para la investigación académica”.

Sano y orgánico, a precios razonables para todos y todas

¿Quién no ha pasado por una tienda o local de productos orgánicos con intención de comprar cosas sanas para preparar la cena y salió huyendo por los altos precios? No es un debate menor y quienes intentan llevar adelante este proyecto en Zavalla saben que ahí hay una cuestión fundamental, que el alimento sano sea accesible.

“Lo que nosotros remarcamos siempre es que lo agroecológico y lo orgánico llega a las góndolas del consumidor con un precio mayor, entonces terminamos en la misma discusión de siempre, los que tienen plata pueden comer sano y el resto no. Nosotros queremos llegar con un producto que tenga un buen precio de mercado para el consumidor para que pueda elegir como alimentarse no por precio sino por el tipo de alimento que quiere consumir” remarcó Rajmil.

Al respecto, el funcionario señaló que es importante trabajar con la producción de cercanía. “Esto hace que el productor tenga menos costos de transporte y comercialización. También que en alimentos, como puede ser el trigo, o la soja en el futuro, que tienen retenciones, que en medidas que no sean exportables y sea para consumo interno, no se apliquen esas retenciones y  así el productor  pueda percibir un mayor monto y se pueda articular que llegue al consumidor a un precio más accesible”.

Rajmil apuntó que se viene una crisis alimentaria a nivel mundial por la guerra desatada entre los países con mayor producción de trigo. Además, hay que sumarle a ello la sequía que en nuestra zona que también el año próximo va a afectar la producción de trigo. Por eso hay que buscar proyectos innovadores que permitan articular el campo con la ciudad, optimizar la producción en el predio urbano y llegar al consumidor con un producto sano, de calidad y a bajo costo”.

“Estos proyectos nos permiten tener la ilusión y la esperanza de poder seguir gestionando. Hoy tenemos este, que permite llegar con un valor accesible al consumidor, con un plan que genera trabajo en la localidad, con perspectiva de género para mujeres jóvenes y generar una industria. Tenemos que usar el ingenio, si uno ve los pronósticos económicos sabemos que se viene un año muy duro y tenemos que usar el ingenio para pasarla lo mejor posible y para que podamos tener visión de futuro, como pueblo, como provincia y como nación”.