Por Marcelo Trovato

Cuando un nuevo Gobierno arranca a jugar un partido de cuatro años, previo a salir a la cancha tiene que tener los diagnósticos muy claros y las estrategias que va a implementar para ganar.

Y principalmente además de conocer bien al rival serán claves los once que salgan a la cancha desde el minuto uno.

A quince días del inicio vemos un juego de globos de ensayo con apellidos y noticias que se contradicen entre ellas para evaluar su repercusión.

Pero enfrente los rivales tienen claro lo que no están dispuestos a permitir, el campo no va a tolerar más subas de retenciones, la clase media tampoco que la carga tributaria la siga ahogando. Una parte se siente identificado con su rival pero la mitad de los argentinos que votaron están dispuestos a salir con los tapones de punta.

El FMI y los acreedores externos son los principales jugadores, los más preparados para no dejar pasar una más a este país defaulteador y que no simpatiza con las autoridades del nuevo pero viejo Gobierno que asume el 10 de Diciembre.

Hoy hacer especulaciones cuando desconocemos la formación inicial y mucho menos los principales anuncios sería adivinar el futuro. Esta claro que si se materializa la idea que manejan los medios respecto a un shock de emisión, la consecuencia inmediata será de un bienestar pasajero y una larga hiperfinflación posterior. Pero insistimos no existen elementos empíricos para poder desarrollar una opinión con argumentos.

Podemos afirmar que el viejo y secreto acuerdo firmado por el Gobierno de Cristina Fernández y Chevron se ha reflotado. La empresa ya ha tomado la decisión de salir de Venezuela, asumiendo una pérdida de USD 3.000 millones que la va a «diluir» durante sus próximos tres balances y que incrementará su participación en Vaca Muerta con además mayores zonas de explotación que les serán adjudicadas.

De esto podemos inferir que tenemos a Maduro para un largo rato y que haciendo medianamente bien las cosas en el término de cuatro años Vaca Muerta puede representar ingresos genuinos de alrededor de USD 9.000 millones, y sin dependencia climática. Que sumados a los USD 15.000 millones que genera el sector agroganadero Argentina tiene soluciones en el mediano plazo.

El problema es lo urgente, las sumas de las herencias, el default en pesos e inevitable en dólares, baja de categoría de Emergente a Frontera nuevamente, atraso de los salarios en términos reales, atraso en el valor de las tarifas, la inflación con recesión, la región convulsionada y Argentina dando señales de estar del lado equivocado va a embarrar aún mas la cancha al momento de negociar. Una promesa de Pacto Social donde ya algunos agentes de la economía ya empezaron a querer sacar ventajas.

Y el Gasto Público, que parece ser mala palabra para Alberto Fernández, cuando es la madre de todos los problemas. La política gasta como se tuviéramos bolsillo de payaso y reparte planes, subsidios, atención médica y estudios gratuitos a extranjeros, si no votan la Ley de Ficha Limpia que podemos esperar que estos mismos políticos voten un nuevo modelo de Estado, más chico, con menos personal y generar un corte de raíz a los Planes Sociales otorgando a los beneficiarios seis meses de plazo para que consigan trabajo y al séptimo mes lo pierda.

A esta altura, ya desconfiamos si no lo dicen porque quieren mantener el efecto sorpresa hasta el final, o bien no tienen la menor idea de lo que tienen que hacer, a partir de las distintas ideologías que conforma el Frente de Todos.

Ojalá el equipo que salga a la cancha no cometa el mismo error que cometió Macri, subestimar la realidad, no contar la verdad y hacer mas populismo porque de la Crisis mas importante de la historia argentina ya no nos salvamos, pero aún se puede evitar una guerra civil, que aunque no lo parezca está mas cercana de lo que se ve en la superficie.

El horno a nivel regional no está para bollos, pero Argentina viene cultivando desde hace muchos años relaciones irreconciliables entre distintos sectores, la grieta ya a virado hacia el odio al que votó a uno u otro.

El único derecho con el que nacemos es a morirnos, al resto hay que ganárselo con esfuerzo, un cuarto de la población piensa exactamente al revés, los convencieron acerca de ello y será muy complicado que cambien de opinión.

Cuidado con las decisiones que se tomen los primeros treinta días desde la Asunción del nuevo Mandato, la mecha de verdad es corta, pero los que lo dicen a viva voz no preocupa tanto como los que lo piensan en silencio y se están preparando y organizando para transformar en un juego de niños los momentos que se vivieron durante la Resolución 125.