Por Luis Fernández Rizo

Parte del genuino empoderamiento (participación) de las personas mayores es que ellas reciban toda la información posible sobre sus derechos, los cuales no se pueden defender si no se conocen debidamente, y no defenderlos es el prolegómeno de perderlos.

Hemos leído, preocupados, este fin de semana, sobre las presiones que estaría recibiendo el nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, por parte de las entidades empresarias, como la AEA y la UIA, para que el estado nacional proceda a vender la tenencia accionaria, que forma parte del Fondo de Garantía de Sustantibilidad (FGS) de la ANSES, fondo que respalda financieramente el pago de las jubilaciones actuales y futuras, es decir: al Sistema Previsional Argentino, y que fuera creado por el Decreto N° 897, del 13 de julio de 2007, cuando se procedió a estatizar los fondos de las AFJPs, que era un fabuloso negocio para aseguradoras y bancos, pero de dudoso beneficio para los jubilados.

El FGS está compuesto por activos financieros tales como: títulos públicos, acciones de sociedad anónimas, plazos fijos, obligaciones negociables y fondos comunes de inversión, además de financiamiento para obras de infraestructura, destino cuya composición del total del FGS aumentó en 2021, por primera vez desde 2015. Esta cartera en Bolsa de la (ANSES), que representa un total del 11% del FGS, se encuentra liderada por inversiones en diversas grandes empresas.

Vender hoy las acciones de estas compañías a sus dueños, en momentos de una crisis económica global y nacional, que ha llevado el valor de las acciones a sus mínimos históricos, podría enmarcarse en un acto de característica defraudatoria. Se trataría de una defraudación por “abuso de confianza”, (artículo 172 del CP), en tanto el autor “perjudica patrimonialmente” a un tercero (los aportantes) abusando de los bienes que éste le ha confiado con un determinado objeto (garantía de sustentabilidad del sistema) y a un título jurídico que no le transfiere su propiedad. (NÚÑEZ 1967 V: 366).

El país hoy necesita actitudes patrióticas, y los grandes empresarios tienen que ser los primeros en tenerlas, habida cuenta que tienen más “espalda económica” que el resto de los sectores sociales. En la presente circunstancia, estar especulando con la recompra de acciones, en manos de la ANSES, es una actitud indigna e inapropiada de los sectores más fuertes de la economía nacional.

Nuestra organización, que nuclea a asociaciones de personas mayores del sur santafesino, nació en el medio de la pandemia (año 2020), cuando todo el país estaba encerrado, para defender los derechos de las personas mayores y la continuidad del fecundo trabajo que realizan los Centros de Jubilados, en nuestra región.

Por todo esto explicitado es que exhortamos al nuevo ministro, y a los sectores empresariales, que no incurran en procedimientos poco éticos, probablemente ilegales, pero seguramente ilegítimos, que atentarían contra uno de los sectores más vulnerables de la sociedad.