Treinta mil soldados estadounidenses desembarcados en Europa vuelven a confirmar el sometimiento de la U.E. Mientras tanto, en medio de un silencio general, la Constitución [italiana] está de hecho suspendida, ya que las asambleas públicas están prohibidas en nombre de lo que el Ministerio ha llamado «alienación social entre las personas». Una expresión que, irónicamente, podría ser el lema del neoliberalismo y de su disolución programática de los lazos sociales.

Esto fue bien resaltado por Giorgio Agamben, quien inmediatamente señaló éste hecho como un método preciso de ejercer gobierno, método centrado en la emergencia y en «vivir peligrosamente», que es precisamente – Foucault docet – la norma del liberalismo.

Desde el 5 de marzo, más de 20 mil soldados americanos han desembarcado en Europa. Il manifesto ha dado puntualmente la noticia, con un artículo de Manlio Dinucci titulado “30.000 soldados de los EE.UU en Europa sin tapujos”. Según lo señalado por Dinucci, los soldados de la monarquía del dólar han comenzado a llegar a los puertos y aeropuertos europeos para el ejercicio de maniobras «Defender Europa 20» . Este es, a todos los efectos, el mayor despliegue de tropas estadounidenses en Europa en los últimos 25 años.

Dinucci explica que un total de 20.000 piezas de equipo militar están llegando desde el Leviatán de barras y estrellas a seis puertos europeos (en Bélgica, Holanda, Alemania, Letonia, Estonia). ¿Por qué, entonces, es la Operación Defender Europa 20? La explicación oficial es que se lleva a cabo con el fin de «aumentar la capacidad de desplegar rápidamente una gran fuerza de combate de los Estados Unidos en Europa».

La primera pregunta que hay que hacer, entonces, es: ¿por qué habría necesidad de una «gran fuerza de combate» en Europa? Necesidades de los Estados Unidos, pues. Y, sobre todo, ¿de quién deberían los EE.UU. defender a Europa? Dado que todo tiene lugar principalmente en el frente oriental, en dirección a la frontera rusa, o incluso en los antiguos espacios soviéticos ahora atlantistas (como Letonia y Estonia), la respuesta es evidente: el objetivo es defender a Europa de la Rusia de Putin. Como si este último tuviera como uno de sus objetivos la invasión de Europa.

Sin embargo, si observamos el diagrama de las relaciones de poder desde 1989, vemos cómo Rusia no se ha expandido, sino que se ha reducido: tanto es así que muchas de sus áreas de competencia, como Georgia y Ucrania, Letonia y Estonia, son ahora independientes o, más bien, se hallan directamente bajo la égida del atlantismo. Parece, en resumen, que la amenaza de ocupación de los territorios ajenos viene mucho más de Washington que de Moscú.

La operación se denomina orwellianamente «Defensor de Europa 2020», pero es plausible suponer que el objetivo no es defender a Europa, sino rodear cada vez más masivamente -con intenciones agresivas y no defensivas- a la Rusia de Putin, culpable de no estar alineada con el nuevo orden mundial y con la esfera Americana; garantizar el sometimiento estable de la Unión Europea, una colonia de los Estados Unidos.

Esto, una vez más, desmantela el teorema de quienes afirman que si la Unión Europea fuera sólida y unida sería un polo alternativo e independiente: falso. La UE sigue siendo una colonia americana, salpicada como está de bases americanas (sin una sola base europea en suelo americano, por así decir). El libertador americano, que ya en 1945 asumió al mismo tiempo el papel de nuevo ocupante, trata evidentemente de disfrazar su verdadero papel bajo cualquier apariencia: y lo hace afirmando que quiere defender a Europa, cuando en realidad, como se ha dicho, pretende mantenerla subordinada a Washington y utilizarla como avanzadilla de la nueva «guerra fría» contra la perversa Rusia y contra la China comunista, que siguen siendo hasta el día de hoy los verdaderos enemigos de la civilización de la hamburguesa.

Tampoco hay que olvidar, en lo que respecta a la estrategia del camuflaje que, como recuerda Dinucci, la «Us Army Europe Rock Band» celebrará en Alemania, Polonia y Lituania «una serie de conciertos de entrada gratuita que atraerán a un gran público» (¡sic!). La práctica habitual del panem et circenses, como es evidente. ¿Objetivo? Lo de siempre: hacer que los esclavos amen sus cadenas y sigan siendo amantes ignorantes de su esclavitud.

Más allá del aspecto geopolítico, en el que se acaba de centrar la atención, vale la pena detenerse en otro aspecto, también digno de consideración. La operación «Defender Europa 20» tiene lugar en medio de lo que la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha declarado como una gran epidemia, la relacionada con el Coronavirus. En resumen, como señala Dinucci, la operación se lleva a cabo en formas y tiempos que hacen imposible de facto «someter a decenas de miles de soldados a las normas sanitarias sobre el Coronavirus e impedir que entren en contacto con los habitantes durante sus períodos de descanso».

Y de nuevo: «Los 30.000 soldados estadounidenses que ‘se propagarán por la región europea’ están de hecho exentos de las reglas preventivas sobre el Coronavirus que se aplican a los civiles. Bertrand Russell dijo que lo que hace la vida en el planeta Tierra más complicada en sí misma es el hecho de que la gente inteligente está llena de dudas y los tontos sólo tienen certezas. Además, calumnian a los que tienen dudas y preguntas. ¿Es posible que los EE.UU. estén llevando a cabo su ejercicio de maniobras ahora mismo, como si el Coronavirus no existiera? ¿O hay una conexión entre el Coronavirus y el ejercicio de los EE.UU.? ¿Están desconectados el uno del otro, en el mejor de los casos, o deben ser vistos como conectados y respondiendo a la misma lógica?

Tantas preguntas. Es cosa buena preguntar, y hacerlo sin desanimarse ni dejarse intimidar por el manto cada vez más opresivo del pensamiento único, que no tolera dudas y dilemas. Lo peor es que todos, como si estuvieran anestesiados, no notan nada o lo encuentran normal o difaman a los que señalan que hay algo en lo que vale la pena pensar críticamente.

Fuente: https://latribunadelpaisvasco.com/