La Alocasia Black Velvet es una planta de interior tropical originaria del sudeste asiático con grandes hojas de color verde oscuro, casi negro y un acabado aterciopelado distintivo. Cuenta con nervaduras blancas y envés rojo. Así describía esta bella especie a Conclusión Matías Milili del Paseo de Kaldi.

En cuanto al tamaño, contó Milili que es una planta compacta, que no crece en grandes proporciones, todo depende del lugar donde esté ubicada y así llega a casi un metro nada más. Se le puede dar en el interior un lugar preferencial con respecto al tamaño.

“Es una planta de las Alocasias, de la familia de las ‘orejas de elefante’ como todo el mundo las conoce. Pero ésta es más compacta que el resto de su especie, que se ponen en rincones. Es una planta para tener en un pie nórdico, un escritorio, cerca de la ventana, pero no es una planta que al momento que la obtengan va a ser muy grande y va a crecer en un corto tiempo, con paciencia va a llegar solo a un metro”, dijo el especialista.

 

Solo se necesitan cuidados básicos

Tips: limpiar sus hojas con un algodón humedecido sólo con agua. Además podés hacer una poda para reacomodar y quitar las hojas que puedan morir naturalmente por el proceso de senescencia.

Riego: regar cuando la superficie del sustrato apenas comienza a secarse al tacto. Evitar el encharcamiento para que no se pudran sus raíces.

Luz: preferentemente tener en un ambiente con bastante luz natural indirecta. Es imprescindible que reciba mucha luz de calidad para que la característica de la variedad se mantenga (color, tamaño y crecimiento sostenido). Evitar los rayos del sol directo.

Temperatura/Humedad: prefiere ambientes cálidos con una temperatura no menor a los 15ºC con humedad alta, por sus orígenes tropicales. Recomendamos no rociar las hojas ya que pueden mancharse y hasta pudrirse; lo ideal es utilizar un humidificador ultrasónico de niebla fría.

Hábito de Crecimiento: es una planta que en condiciones ideales, puede crecer hasta alcanzar 1 metro de altura.

Fertilizante: recomendamos fertilizar 2 veces al mes en primavera/verano y 1 vez al mes en otoño/invierno. Para ello te aconsejamos que utilices fertilizantes líquidos, que los diluyas con el doble de la cantidad de agua que indica el envase, y que lo apliques sobre la planta con un riego previo y la tierra húmeda. Rociar las hojas con el fertilizante diluido también es beneficioso.

Plagas:  recomendamos de manera preventiva que pulverices la planta con jabón potásico y aceite de Neem cada 20 días. También podes utilizar tierra de diatomeas diluida para prevenir la proliferación de plagas.