El cuerpo de Franco Casco, el joven desaparecido y asesinado en Rosario en octubre del 2014 y que por cuya muerte permanecen detenidos 18 policías, fue exhumado este jueves por segunda vez para ser sometido a un nuevo examen de ADN, ya que los investigadores aún no lograron determinar científicamente que se trate del cadáver de la víctima, informó el abogado de la familia.

La exhumación del cadáver del joven la realizó personal del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en el cementerio de Florencio Varela y los restos ya fueron trasladados a la morgue de la Corte Suprema de Justicia, donde se extraerán las muestras y serán analizadas.

En esta oportunidad, la extracción de los perfiles de ADN, serán comparados con las muestras aportadas por Ramón y Thiago (padre e hijo) de Franco y con algunas otras cuestiones complementarias correspondientes a la identidad del cuerpo.

Además, según explicó el abogado de la familia, Salvador Vera en diálogo con Conclusión, la orden para volver a exhumar el cadáver la dio la Cámara Federal para poder confirmar los procesamientos. Aunque, la Cámara y las partes ya habían considerado la identificación jurídica de Franco que ya se había realizado por sus dos tatuajes y las vestimentas de la víctimas.

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Asimismo, en el primer procedimiento, «se realizaron varias muestras en el Instituto Médico Legal de Rosario, pero dieron negativos, debido a que hubo hubo problemas en la cadena de custodia y preservación de las muestras de sangre de la mamá y del papá, por lo que no había calidad suficiente como para extraer un perfil de ADN», recordó el abogado.

Por esa razón, «se generó la necesidad de exhumar los restos nuevamente» y realizar un estudio «más completo y complejo que no solo abarca la identidad genética». «Aunque que ninguna de las partes duda los restos sean de Franco», afirmó.

En ese sentido, Vera explicó que la extracción de las muestras comenzarán el lunes y a partir de ahí lo exámenes pertinentes y llevarán entre uno y dos meses. En caso de que dé positivo, ese resultado va a permitir que la cause se eleve inmediatamente a juicio.

«El proceso de instrucción de la causa, ya estaba agotado desde la perspectiva de la fiscalía y la querella y lo último que faltaba era que este estudio genético se produzca, que había sido pedido hace un año atrás», especificó.

Nunca más volvió

Franco Casco fue visto por última vez el 6 de octubre de 2014 cuando fue a tomar un tren en la estación de Rosario para regresar a Retiro luego de visitar a familiares que posee en esta ciudad santafesina.

El joven no llegó a destino y la familia realizó la denuncia de búsqueda de paradero, hasta que su cuerpo apareció en las aguas del río Paraná el 30 de octubre de ese año.

Según la investigación, el joven fue detenido por personal de la seccional 7ª de Rosario por razones que aún se desconocen y fue golpeado, torturado y asesinado en esa dependencia policial, para luego ser arrojado muerto al río.

El 2 de octubre de 2017 el juez Vera Barros procesó a 30 miembros de la fuerza de seguridad santafesina por desaparición forzada seguida de muerte y tormentos, en algunos casos como autor y en otros como partícipes, y también por encubrimiento.

Entre ellos estaba el jefe y los integrantes de la seccional 7ma de policía, donde Casco habría ingresado la noche del 6 de octubre, y en cuyas actas figuraba su egreso.

El 3 de mayo de 2018 la Cámara de Apelaciones local confirmó el procesamiento con prisión preventiva para 18 policías y dictó falta de merito para los restantes involucrados en el caso, entre ellos personal del Instituto Médico Legal que participó de la primer autopsia al cuerpo.