En el marco de los allanamientos al Sindicato de Obras Sanitarias de Rosario y a su secretario adjunto, Silvio Barrionuevo, ordenados por la Unidad Fiscal de Delitos Económicos, las fuerzas encargadas de los procedimientos cometieron un grave error y allanaron una vivienda equivocada, dejando algunos destrozos en el lugar.

El procedimiento en cuestión tuvo lugar alrededor de las 6.30 de la mañana, en un departamento ubicado en el octavo piso de calle Paraguay 818, en el que viven Jorge y Fortuna, una pareja de jubilados.

La mujer relató a Conclusión cómo fue ese despertar que nunca hubiera imaginado. «Yo estaba sentada en la cama tomando mate, mi marido dormía al lado y yo escuchaba al padre Ignacio, y empecé a escuchar golpes, cada vez más fuertes, y después gritos. Y de repente entraron a los gritos, decían policía policía y nos hicieron tirar al piso con las manos en la cabeza. Me gritaban que me tire al piso o me mataban, así que me tiré al piso y puse las manos en la cabeza, y a Jorge le ataron las manos atrás con precintos».

Según el relato de Fortuna, los efectivos buscaban a la familia Barrinuevo y remarcó: » Hace cinco años que vivimos acá, esto se podría haber previsto. Además, a pesar de que vieron que no éramos las personas que buscaban, siguieron con el allanamiento igual y nos leyeron las actas. Nos hicieron apagar los teléfonos, yo quería llamara a mi hija pero no me dejaron, me dijeron que iba a poder llamarla cuando ellos terminaran… Yo ahora quiero saber quien se va a hacer cargo de todos estos destrozos».