Unas 70 mujeres detenidas en la Unidad Penal Nº 5 de Rosario y varios niños que se encuentran allí alojados con sus madres, atraviesan una serie de complicaciones gastrointestinales que van desde vómitos hasta fiebre y diarrea. Si bien las autoridades del penal señalaron que se trata de un virus que se esparció y acentuó con la alta temperatura, las internas apuntan al agua y a los alimentos que se consumen dentro del penal, en tanto que señalan que problemas como escasez y corte de agua son una constante dentro de la unidad penitenciaria. Esta situación generó distintas protestas por partes de las reclusas, que incluso quemaron sábanas y otros objetos para dar difusión a una situación inhumana que se agrava a causa de las tórridas temperaturas.

Según la información a la que accedió este medio, entre lunes y martes las internas, que ya venían reclamando por la escasez de agua dentro de la Unidad 5, comenzaron a presentar los diversos síntomas, al igual que 4 de los niños, que también presentaban fiebre muy alta. Para el miércoles el panorama se agravó había alrededor de 70 mujeres en las mismas condiciones.

Si bien el diagnóstico realizado por el servicio médico indicaba un virus que se agravó por las altas temperaturas, algunas fuentes abonaron a la teoría de una contaminación con agua servida cuando se hizo un arreglo en las cañerías.

Asimismo, los testimonios dan cuenta de un problema de larga data en cuanto al acceso al agua, que se inició al mismo tiempo que en penal fue puesto en funcionamiento. Así lo han denunciado desde la ONG Mujeres Tras Las Rejas y diversos organismos de Derechos Humanos.

También aludió a ello, en las últimas horas, la titular del Servicio Público de Defensa Penal, Jaquelina Balangione quien señaló que que «la semana pasada hubo una protesta, porque estuvieron tres días sin una gota de agua en un pabellón». «Hay 70 mujeres con gastroenteritis, es una situación realmente muy dura. Desde que se estrenó ese edificio hubo problemas con el agua y nunca se le dio una solución. Por ahí se compran unos bidones», puntualizó.

Balangione insistió además en remarcar la superpoblación carcelaria, un tema sobre el que viene realizando reiteradas denuncias. «La Unidad 5 tiene capacidad para 170 internas y hay alojadas 237», señaló. Y remarcó lo preocupante de la situación, ya que se extiende a todo el Complejo Penitenciario ubicado en la zona de 27 de Febrero al 7800. «Están la Alcaidía, la Unidad 5 y la Subunidad 3, que están todas superpobladas», con «un problema que está en todo el barrio: el del agua»

Como una forma de paliar la gravísima situación que se vive, desde el penal autorizaron el ingreso de bidones de agua que están donando familiares de las internas,  las organizaciones que realizan trabajo carcelario y organismos de Derechos Humanos.