Una enfermera fue asaltada y brutalmente golpeada cuando ingresaba a trabajar al Hospital Paroissien, en la localidad bonaerense de Isidro Casanova, según informaron hoy fuentes policiales.

La víctima resultó ser una enfermera del Área de Neonatología del Hospital Paroissien, de esa la localidad del partido de La Matanza, al oeste del conurbano bonaerense.

El hecho ocurrió el pasado sábado -aunque recién trascendió en las últimas horas- en la entrada principal del hospital ubicado a la altura del kilómetro 21 de la Ruta Nacional 3.

Como consecuencia del violento asalto los profesionales de la salud agrupados en el gremio CICOP renovaron el pedido de mayor seguridad, en el marco de una problemática que registra 60 hechos mensuales de características similares en centros médicos públicos del Conurbano y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según consignó el Diario Popular.

Acerca del caso que padeció la enfermera, Marta Márquez, presidenta de la CICOP, sostuvo que «se volvieron a plantear estos temas en la Mesa Técnica que llevamos adelante con el Ministerio de Salud de la Provincia, porque consideramos que hay cuestiones que deben cumplirse a modo preventivo y somos conscientes de que hay situaciones que no se pueden evitar por el grado de inseguridad que hay en la sociedad».

«Los cuidadores hospitalarios son pocos y no están asegurados», manifestó Márquez, en declaraciones al portal El1.

La titular del sindicato contó que piden la presencia de efectivos policiales, las 24 horas, en los puntos más sensibles de los hospitales, como son los ingresos por las guardias, ya que hay mayor circulación de personas.

Otro de los puntos que argumentó fue que no es suficiente la cantidad de cuidadores hospitalarios.

«El personal depende del Ministerio de Salud de la Provincia, y debe estar capacitado y circulando por los diferentes lugares del hospital para prevenir posibles episodios de violencia o actos delictivos. Pero los cuidadores son pocos y no están asegurados», manifestó.

Entre los reclamos, Márquez mencionó: «El tercer punto es la figura del personal que determina el grado de urgencia de la persona que viene a consultar. Muchas veces, vienen pacientes al servicio de emergencias cuando, en realidad, no todos los casos son de urgencia. Si hay alguien evaluando eso, se puede determinar si puede esperar; eso desarma muchas situaciones de violencia».

Finalmente, la cuarta cuestión que remarcó es el funcionamiento de los comités mixtos de salud y seguridad, que «deben funcionar ya que es el lugar donde se evalúa el funcionamiento del hospital».

Márquez sostuvo que se generan situaciones de violencia porque no hay suficiente personal.

«Tuvimos una reunión hace dos semanas con autoridades provinciales y reclamamos la continuidad de las mesas técnicas que surgen de las negociaciones paritarias. Infraestructura y violencia fueron los puntos más importantes, por lo cual solicitamos nuevas reuniones con el Ministerio de Salud de la Provincia, pero no obtuvimos respuestas», dijo.