Pasada la medianoche del lunes, el frente de la vecinal de Ludueña Norte y Moreno, ubicada en Junín al 5100, fue atacada a tiros. Así lo denunció el presidente de la misma, Osvaldo Di Giácomo, quien atribuyó el ataque a una represalia por haber revelado en televisión el accionar delictivo de dos bandas enfrentadas del barrio.

“En realidad esto comenzó el sábado a la tarde-relató el presidente vecinal- cuando se armó un tiroteo que duró como 20 minutos, con los tiradores ubicados a un lado y a otro de Junín, una arteria principal, por la que pasan autos, colectivos y gente. Fue algo tremendo”.

Di Giacomo refirió que ambas bandas se dedican a la venta de armas, drogas, autopartes y cosas robadas, y se trata de una disputa por el territorio, que data de varios meses atrás.

“Este barrio es territorio de nadie. Yo terminé yendo a la televisión porque no he conseguido la atención de ninguna autoridad, ni mayor presencia policial”. Di Giácomo no pone en duda la connivencia policial con los delincuentes que asolan las calles de Ludueña Norte. De hecho, la denuncia por el ataque a la vecinal, la realizó ante el Ministerio Público de la Acusación, porque desconfía absolutamente de la seccional 12ª. “Hay policías que trabajan bien, pero la mayoría tiene grandes negocios con los delincuentes del barrio y con los que manejan los búnker”, a los que el representante vecinal estimó en 30, aproximadamente.

Ludueña Norte es un barrio con una compleja realidad, tiene una población aproximada de 12.000 habitantes, y “los bunker de ventas de drogas y armas proliferan día a día”, señaló Di Giacomo, y agregó: «Antes de ir a la televisión fui al Distrito y a hablar con la policía. Fui al destacamento de la Policía Comunitaria. Eran alrededor de 30 efectivos, todos sentados allí, con aire acondicionado. Fui a decirles que salgan a patrullar, a recorrer el barrio, y me contestaron que no tienen móviles. Y bueno, entonces, que salgan a pie”.

De la misma falta de respuesta acusó a las autoridades municipales y provinciales, “de los que no recibió ninguna réplica, ni llamado ni atención”, a pesar de la nota realizada por un canal de televisión local acerca del tema.

El viernes anterior al ataque fue convocada una reunión en la vecinal con los habitantes del barrio para tratar el tema de la inseguridad. Propusimos armar un Buzón de Vida, para que traigan sus denuncias anónimas, y acordamos reclamar más presencia policial y la reubicación de los asentamientos. Pero la verdad es que los vecinos tienen mucho miedo de involucrarse, porque después pasan cosas como éstas”.

En relación a la respuesta a su denuncia en el Ministerio Público de la Acusación, la fiscalía ordenó rondas de vigilancia  a las comisarías 12ª y 20ª. También ofrecieron una vigilancia de 24 horas para la vecinal, pero Di giácomo la rechazó: “yo lo que quiero es que los patrulleros estén dando vueltas en la calle, cuidando a la gente”, concluyó.