El empresario Lázaro Báez fue  finalmente dado de alta y trasladado de regreso al penal de Ezeiza, luego de permanecer dos días internado en el sanatorio porteño «Los Arcos» a raíz de una arritmia.

El dueño de Austral Construcciones fue ingresado nuevamente en la cárcel luego de que personal del Cuerpo Médico Forense, que depende de la  Corte Suprema de Justicia, certificara que su estado de salud permitía su traslado al penal. Allí, el empresario patagónico continuará su tratamiento en el Hospital Penitenciario Central (HPC), para seguir su evolución a raíz de una arritmia severa que había presentado el martes por la tarde.

La defensa de Báez, a cargo del abogado Maximiliano Rusconi, había presentado escritos pidiendo que permaneciera internado a raíz de la gravedad de su cuadro y responsabilizando a las autoridades judiciales de lo que pudiera sucederle a su cliente.

El juez federal Sebastián Casanello, quien tiene a cargo la causa por lavado de dinero contra Báez, le envió por su parte un oficio al jefe del Servicio Penitenciario Federal en el que pidió que «se instrumenten las medidas necesarias para garantizar el estricto cumplimiento de los cuidados de salud ordenados por los médicos».

Báez, quien está detenido desde el 5 de abril de 2016 reclamó en reiteradas ocasiones que se le otorgara el beneficio de la prisión domiciliaria debido a problemas en su estado de salud (presenta arritmia, hipertensión y un cuadro de diabetes), aunque su pedido no le fue concedido en las diferentes instancias.

El pasado 7 de abril, Báez había presentado un escrito ante la Justicia en el marco de una causa por aportes jubilatorios supuestamente impagos, en la que afirmó que «se persiste en buscar delitos» en su actividad empresarial «para involucrar a la ex presidenta» Cristina Kirchner.

«Parezco ser la única alternativa que les queda cuando jamás hubo algún compromiso para con ella, ni de ella hacia mí», sostuvo el ex director de Austral Construcciones.