Marcelo Macarrón calificó en la audiencia como un “mamarracho” el proceso de investigación por el crimen de su esposa, Nora Dalmasso, ocurrido hace 15 años, quien al momento de su muerte tenía 52 años.

Antes del inicio del juicio por jurados que lo tiene como único imputado por el caso, el viudo apuntó particularmente contra el fiscal Luis Pizarro, quien en 2019 elevó la causa a juicio, y dijo que «es muy difícil» poder esclarecer el crimen de su esposa «después de tantos años».

Al llegar a los Tribunales de Río Cuarto y escoltado por sus hijos Facundo (33) y Valentina (30), el médico traumatólogo manifestó que tiene “expectativas buenas” con respecto a su situación procesal y que, desde que ocurrió el crimen de Nora, vive con “mucha angustia”.

En las pocas palabras que expresó, adelantó que en la audiencia de este martes va a prestar declaración y que se va a defender de la calificación legal de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal” por la que llegó acusado y por el que podría recibir una pena de prisión perpetua.

Poco después de las 11 y durante más de cinco horas, el médico escuchó el requerimiento de elevación a juicio del fiscal Pizarro, quien consideró que Macarrón contrató a un sicario para asesinar a su mujer.

El acusado escuchó paciente la acusación, acompañado por sus abogados Marcelo Brito, Cristian Ayán y Mariángeles Mussolini, y a un costado del estrado en el que se ubicaron los jueces técnicos y los ocho jurados populares, cuatro hombres y cuatro mujeres, que serán los encargados de determinar si el hombre es culpable o inocente.

Mientras eso ocurría, en horas de la tarde, Facundo y Valentina encabezaron una movilización frente al edificio de tribunales, acompañados por familiares, amigos y compañeros de trabajo de Macarrón, para expresar el “apoyo” y la “inocencia” de su padre.

En ese lugar, Valentina manifestó que junto a su hermano, van a declarar en audiencia la próxima semana y que ambos van a aportar “nuevas pruebas” sobre las sospechas sobre un “empresario que era amigo de la familia” como el “sospechoso” del homicidio de su madre.

“Hemos aportado un montón de pruebas sobre el sospechoso del crimen que nunca se valoraron ni se investigaron”, dijo al referirse a la persona que apuntan como el autor del crimen.

Además, descartó la hipótesis de “desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas” como móvil del crimen que plantea el fiscal Pizarro: “Mi papá y mi mamá se amaban. Jamás podría matarla. Mi padre es totalmente inocente”, reiteró Valentina, tras lo cual aclaró que la familia de su madre decidió renunciar a la querella para “respaldar” la inocencia de Macarrón.

A su lado, Facundo, hoy abogado y profesional diplomático de la Cancillería Argentina, también rechazó los fundamentos del fiscal que lo ubica a su padre como instigador del crimen de su madre mientras disputaba un torneo de golf en la ciudad uruguaya de Punta del Este.

“Desde el punto de vista lógico y jurídico, jamás se puede llegar a una sentencia condenatoria” porque “la acusación no tiene ningún sustento probatorio. No tiene respaldo de hechos objetivos que justifique que mi padre esté hoy sentado en el banquillo de los acusados”, resaltó.

Tras escuchar la elevación a juicio, el tribunal técnico integrado por los camaristas Daniel Antonio Vaudagna, Natacha Irina García y Gustavo José Echenique Esteve, dispuso un cuarto intermedio hasta mañana a las 9, cuando se llevará a cabo la segunda audiencia.

Según se prevé, este martes Macarrón adelantó que prestará declaración indagatoria y, además, está prevista la presencia de los primeros tres testigos.

El cuerpo sin vida de Nora fue encontrado el 26 de noviembre de 2006 en su casa del country Villa Golf de Río Cuarto, y, según los informes forenses, la mujer fue asesinada mediante una asfixia mecánica utilizando la bata de baño ajustado como doble lazo alrededor del cuello.

Según el fiscal Pizarro, como parte del plan criminal, el asesino “ordenó la escena con la finalidad de simular un hecho de índole sexual, tras lo cual se retiró del lugar, sin dejar rastro alguno de su persona”.