Este viernes, en el Centro de Justicia Penal, comenzó un juicio largamente esperado, tanto por los familiares de las víctimas como por quienes, sin bajar los brazos, durante dos más de tres años los acompañaron en el pedido de justicia: el juzgamiento de los policías acusados del crimen de David Campos y Emanuel Medina, dos jóvenes acribillados a balazos tras una inexplicable persecución policial en la zona sur de la ciudad.

En el banquillo de los acusados hay nada menos que 19 policías acusados por el hecho ocurrido en junio de 2017 y contra dos de ellos pesa la acusación de homicidio agravado y falsedad ideológica. En tanto, los 17 de  imputados restantes están acusados de encubrimiento agravado y falsedad ideológica y a uno de ellos también se le achaca abuso de armas.

El fiscal Adrian Spelta acusó a los imputados frente al tribunal conformado por Hebe Marcogliese, Alejandro Negroni y Ramón Lanzón.

El doble crimen

La mañana del viernes 23 de junio de 2017, las crónicas policiales dieron cuenta de una cinematográfica persecución policial en la zona sur que duró 35 minutos y en la que resultaron muertos, luego de un enfrentamiento, dos supuestos delincuentes que habían evadido un control de rutina. Ellos eran Emanuel Medina, de 32 años, y David Ezequiel Campos, de 28.

Pero tan sólo unas horas después, la reconstrucción de los hechos dio por tierra con la versión oficial y planteó un escenario de otro estremecedor caso de violencia institucional. Por razones que nunca fueron realmente aclaradas, comenzó una persecución policial que atravesó la ciudad y que tuvo su trágico final en Cazadores y Callao, cuando el Volkswagen Up en el que iban los dos jóvenes terminó estrellándose contra un árbol.

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Los policías que los perseguían abrieron fuego a mansalva sobre los dos jóvenes, que estaban desarmados, y los acribillaron a sangre fría. Alrdedor de 20 plomos fueron disparados ese día. Emanuel recibió nueve impactos y David cinco. 

Luego de una ardua y espinoza investigación, múltiples movilizaciones e interminables audiencias, se logró establecer que las balas partieron desde las armas de Emiliano Mendoza y Alejandro Bustos , dos de los imputados. Y hubo otros 17 policías que se encargaron de plantar pruebas falsas y encubrir el doble crimen. Todos ellos son los que enfrentan el proeso oral que comenzó este viernes.

Cargos y pedidos de pena

Alejandro Bustos y Leonel Mendoza, quienes, según comprobaron las pericias, dispararon las balas fatales,  fueron acusados por el fiscal Adrián Spelta de los delitos de homicidio calificado por abuso de función en su carácter de miembro integrante de las fuerzas públicas y falsedad ideológica agravada y para ambos pidió la pena de prisión perpetua.

En tanto, para Marcelo Adolfo E., acusado de abuso de armas agravado por su carácter de funcionario público, Spelta pidió la pena de 8 años de prisión e inhabilitación absoluta por 16 años.

Para Hugo Daniel B., Fernando Hernán V., Paola Lorena C., Leandro Javier C., Claudio Sebastián C., Aldo Ricardo B., Roxana María R. y Jesica Elisabeth L., por los delitos de encubrimiento doblemente agravado y falsedad ideológica agravada por su carácter de miembro integrante de las fuerzas públicas, el fiscal solicitó 7 años de prisión efectiva e inhabilitación absoluta por 14 años.

Por su parte, sobre Walter Marcelo O., Alexis Ivan Alejandro T., Alejandro Luis B., María de los Ángeles R., Daniela Carolina A. y Germán Jesús M. , pesa la acusación de encubrimiento doblemente agravado (por la gravedad del delito que se encubre y por el carácter de funcionario público) y falsedad ideológica agravada por su carácter de miembro integrante de las fuerzas públicas, y para ellos la Fiscalía solicitó la pena de 4 años de prisión efectiva e inhabilitación absoluta por 8 años.

Por último, para Rosa Elena D’A. y Pablo César G, la acusación solicitó 4 años de prisión efectiva, por encubrimiento doblemente agravado (por la gravedad del delito que se encubre y por el carácter de funcionario público),