Agentes municipales clausuraron una remisería trucha ubicada en Rouillón y Juan XXIII y los conductores se atrincheraron en los vehículos para evitar que se los lleven.

Dentro de los conductores que permanecían encerrados en sus autos para evitar que las fuerzas de seguridad los lleven al corralón, se encontraban dos hombres de 65 años que sostuvieron que el servicio de transporte que prestan es la única oportunidad que tienen para subsistir.

«Tengo 65 años, no tengo trabajo y tengo que hacer algo», dijo Roberto Díaz, uno de los conductores a Canal 3.

«Vienen diez comandos radioléctricos detrás de un tipo de 65 años», criticó.

Roberto explicó que todavía está pagando su auto y que si se lo llevan al corralón «lo pierde» y, por este motivo, decidió resistir arriba de su vehículo.

El otro conductor, Oscar, dijo que «lo único que tiene para subsistir es el auto». Además denunció que ya le llevaron cinco autos al corralón y en el lugar los desmantelan.

«No tengo como subsistir, no tengo trabajo, no tengo jubilación. Lo único que tengo es el auto y me lo quieren llevar», manifestó.