El ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, fue condenado a dos años de prisión en suspenso y 6 meses de inhabilitación para ocupar cargos públicos en una causa en la que se lo juzgó por haber llegado a una asamblea de Papel Prensa con guantes de box, denunciado como «perturbación al ejercicio de funciones públicas» y «amenazas».

El hecho ocurrió en 2010 y el juicio por esta causa comenzó el pasado mes de abril. El fiscal Marcelo Colombo había pedido que Moreno fuera condenado a dos años y cuatro meses de cárcel, y la querella pidió cuatro años. La defensa de Moreno, representada por el abogado Alejandro Rúa, matizó el hecho y dijo que como esa frase no tuvo consecuencias a futuro no debería ser considerada una amenaza.

La decisión del Tribunal Oral Federal 8 fue de dos votos contra uno. El próximo 12 de julio se darán a conocer los fundamentos y, después de eso, la defensa de Moreno podrá apelar la condena para que sea revisada por la Cámara Federal de Casación Penal.

¿Casco o guantes?

“¿Casco o guantes? Tengo casco y tengo guantes. ¿Qué quieren? Casco o guantes hay para elegir porque el juez dijo que nos tenemos que portar bien. La última vez dijo que no nos portamos bien, vino un gil tiró una trompada y se rompió el dedo. Entonces ahora para que no se rompan el dedo ¿casco o guantes? Tienen para elegir”, dijo Moreno en la asamblea del 12 de agosto de 2010 que fue grabada.

En sus alegatos, el fiscal Marcelo Colombo solicitó que Moreno sea condenado a dos años y cuatro meses de prisión por el delito de amenazas para alarmar o amedrentar. En tanto, las querellas que representan al diario La Nación y a Hernán Verdaguer, ex director de Papel Prensa, solicitaron una pena de cuatro años por amenazas y por perturbación al ejercicio de funciones públicas. Los acusadores entendieron que Moreno tuvo una actitud amenazante hacia el resto de los integrantes de la asamblea con la que no permitió que se vote uno de los puntos del encuentro.

Por su parte, la defensa de Moreno, a cargo del abogado Alejandro Rúa, requirió la absolución y argumentó que no cometió el delito de amenaza porque no hubo consecuencias a futuro y que los cascos y los guantes se dio en un clima jocoso que no indicaba que se iba a llegar a la violencia física. También que no se perturbó la asamblea para evitar que se vote porque se trataba de un tema que debía resolver el juez comercial que tenía la causa de Papel Prensa.