Un hombre de 35 años, cuyas iniciales son JLC, fue condenado a 20 años de prisión por abusar sexualmente de su hija y de las dos niñas de su expareja -las tres menores de edad- y por provocar lesiones físicas a las víctimas.

Los delitos fueron cometidos en las localidades de Saladero Cabal y Colonia Mascías, del departamento Garay.

La pena fue impuesta por el tribunal pluripersonal integrado por los jueces Héctor Gabriel Candioti (presidente), Susana Luna y José Luis García Troiano, en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos.

El agresor fue condenado por ser autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal calificado por el vínculo; abuso sexual con acceso carnal agravado por la situación de convivencia preexistente y lesiones leves dolosas calificadas por el vínculo.

La fiscal del caso, Milagros Parodi, informó que “las tres menores de edad que fueron víctimas de los delitos fueron oídas por especialistas en Cámara Gesell” y agregó que “sus responsables legales prestaron su conformidad para la realización de este juicio en el que se abreviaron los procedimientos”.

«Una de las niñas abusadas es la propia hija del condenado. La víctima estaba en edad escolar al momento de sufrir las agresiones sexuales”, informó la fiscal.

Y agregó: “El delito se consumó en diciembre de 2016 cuando la menor fue a visitar a su padre a la casa en la que el hombre vivía con sus padres –los abuelos de la niña– en Colonia Mascías. En un momento en que se quedaron solos el condenado y su hija, el hombre aprovechó la oportunidad y la agredió sexualmente”.

Además, Parodi indicó que las otras dos menores abusadas son las hijas de la mujer que fue pareja del agresor. «En relación a los ilícitos cometidos en perjuicio de una de ellas, los abusos fueron en la casa que compartía la niña –en edad escolar al momento de los hechos– y el imputado, durante aproximadamente tres años, en fechas indeterminadas, en reiteradas oportunidades y de forma habitual», precisó.

En relación a la otra hija de la expareja del condenado, la fiscal relató que “fue agredida sexualmente en al menos dos oportunidades. Los ilícitos se consumaron en momentos en los que el condenado quedaba a solas con la menor a raíz de que la madre de la niña se iba a trabajar».

Con respecto a las lesiones físicas sufridas por las víctimas, el agresor también fue condenado por haber golpeado a su expareja, a quien le provocó lesiones en la rodilla, y a sus dos hijas. Una de las niñas sufrió un corte en la ceja, mientras que la otra padeció lesiones en la zona dorsal.