Este jueves por la mañana el Juzgado Provincial de Sentencia Nº 8, en juicio oral y público condenó  a prisión perpetua a Johnatan Olivera por el asesinato de Laura López y de su pequeña hija Mía. 

La corte, integrada por los doctores  Marisol Usandizaga, María Isabel Más Varela y Edgardo Fertitta dictó la sentencia para el joven de 23 años por los cargos de doble homicidio Criminis Causa y robo.

El horroroso crimen ocurrió en enero de 2013, en el humilde barrio La Lagunita dónde vivía Laura, de 37 años, junto a sus dos hijos, Mía de 4 y Román, de 7. El último sobrevivió al hecho, escondido bajo la cama y su testimonio fue fundamental en el juicio.

Ese día fatídico, Olivera irrumpió en la vivienda de las víctimas para robar, creyendo que no había nadie. Sin embargo, Laura aún estaba allí, tomando una ducha mientras esperaba a o  la niñera para poder ir a trabajar.

Laura López fue brutalmente golpeada y rematada con mazazos en la cabeza. Los gritos despertaron a los chicos, el mayor alcanzó a esconderse bajo la cama pero Mia no tuvo esa posibilidad y corrió con la misma suerte que su madre. Olivera logró huir saltando un tapial y sólo se llevó un reproductor de DVD y una consola Playstation.

Desde el principio Johnatan Olivera fue el principal sospechoso aunque se sabe que no actuó solo. De hecho, aún se espera la sentencia a Maximiliano López, por el encubrimiento del espantoso homicidio.