El juicio contra 13 policías acusados por el crimen y encubrimiento del joven Valentín Blas Correas ocurrido en la ciudad de Córdoba a mediados de 2020 comenzará mañana.

Por el crimen hay dos policías acusados, se trata de Javier Alarcón y Lucas Gómez, y de este último habría salido la bala que mató al joven.

Ambos están imputados por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y calificado por ser miembros de una fuerza de seguridad.

Mientras que otros seis efectivos de la fuerza provincial llegarán al debate acusados de ser autores del delito de encubrimiento y omisión de deberes de funcionario público: Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga y Jorge Ariel Galleguillo.

En tanto, también serán juzgados por falso testimonio y encubrimiento Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza Ezequiel, Agustín Vélez y Leandro Alexis Quevedo y solo por encubrimiento Juan Antonio Gatica.

La madre del joven asesinado culpó de abandono de persona a las autoridades del Hospital donde sus amigos quisieron llevarlo para que lo atiendan pero que lamentablemente se negaron.

Este acto generó que el adolescente perdiera más sangre y falleciera minutos después en la calle cuando sus amigos quisieron llevarlo a otra clínica y la Policía se los impidió.

El hecho ocurrió el 6 de agosto de 2020, cuando el joven de 17 años recibió un disparo en la espalda cuando el auto en el que se desplazaba con sus amigos era perseguido por la Policía.

El vehículo no se detuvo ya que creían que se trataba de un intento de robo.

Blas iba en la parte trasera del Fiat Argo que recibió cuatro impactos de bala, uno fue el que lo mató, mientras que los otros tres estaban distribuidos por todo el auto.

Se estima que el juicio se extienda por tres meses al ser un caso que tiene 400 mil fojas y más de 30 audiencias por lo que recién el 25 de noviembre se conocería el veredicto de la Justicia contra los implicados.

Desde que sucedió este trágico crimen la madre del joven, Soledad Laciar, se puso al hombro la causa en donde pide justicia pero también que este caso no quede en vano para otras víctimas de gatillo fácil.

Un dato que dio un giro inesperado para la familia de la víctima es que una semana después del asesinato, Soledad se enteró que estaba embarazada.