Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, los rugbiers sobreseídos en la causa por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, declararán este lunes como testigos en el juicio oral que enfrentan sus ocho amigos, con quienes vacacionaban cuando perpetraron el brutal ataque.

Fueron parte del grupo que estuvo preso y bajo la lupa por el crimen de Fernando Báez Sosa, pero este lunes se sentarán con la obligación de contar lo que vieron y escucharon, ya que son dos testigos clave del juicio que se sigue en los Tribunales de Dolores.

Milanesi y Guarino fueron testigos propuestos por la defensa de los ocho rugbiers, pero a la hora de declarar deberán responder las preguntas del particular damnificado, es decir de los abogados que representan a la familia del joven asesinado y del fiscal Juan Manuel Dávila.

Se especula con que será una declaración muy larga la que cada uno dará en los Tribunales de Dolores, donde se iniciará la tercera semana de juicio con la finalización de las testimoniales de un proceso que arrancó el 2 de enero.

La información que cada uno de ellos puede aportar se prevé será importante, ya que compartieron vivienda en la casa que el grupo de rugbiers alquiló en Villa Gesell ese verano: incluso, a Milanesi se lo ubicó en la investigación cerca de los otros rugbiers cuando atacaron a Fernando Báez Sosa frente al boliche Le Brique en Villa Gesell.

En su calidad de testigos, están comprometidos a declarar lo que vieron y escucharon de ese día y los posteriores.

Ambos fueron desvinculados porque no hay elementos para involucrarlos en el ataque y, más allá de lo que declaren, no pueden ser investigados dos veces por el mismo hecho. Lo que sí se juegan ambos es en tener que decir la verdad, la cual puede comprometer al resto del grupo, pues si la omiten o mienten, corren el riesgo de incurrir en un falso testimonio e ir presos.

Para la jornada del lunes también se prevé la declaración de Tomas Colazzo, amigo del grupo de rugbiers que nunca fue investigado pese a haber estado en las inmediaciones de donde sucedió el ataque.

De alcanzar el tiempo, también podrían declarar Rosalía Zárate y María Paula Cinalli, madres de Máximo Thomsen y Blas Cinalli, respectivamente.

El martes continuará la declaración de padres y madres de los imputados, mientras que al día siguiente será el turno de algunos médicos. Éste miércoles, el Tribunal Oral Federal 1 de Dolores prevé finalizar la prueba testimonial y fijar fecha de alegatos para la semana siguiente: en esa etapa, la Fiscalía, el particular damnificado y la defensa harán su exposición.

Para el 31 de este mes, se prevé el veredicto dictado por el Tribunal 1 de Dolores.