Una turista de 17 años que practicó maniobras de RCP e intentó reanimar a Fernando Báez Sosa, el joven de 19 que murió asesinado a la salida de un boliche de Villa Gesell tras ser atacado por un grupo de rugbiers, aseguró hoy que los agresores “lo siguieron pateando en el piso cuando ya estaba inconsciente”.

“Vi que estaban todos los agresores alrededor de él pegándole patadas cuando ya estaba inconsciente en la vereda”, dijo la turista llamada Virginia, quien asistió a Béez Sosa tras el ataque, ocurrido frente al boliche Le Brique de la localidad balnearia, el sábado último a la madrugada.

La joven señaló a Télam que, pese a ser menor de edad, ella se encontraba en el local con cinco amigos y, al salir, vio que “empezaban a pedir ayuda porque lo estaban pateando a este chico en el piso”. “Cuando los agresores se van, él estaba inconsciente y nadie se animaba a acercarse, y con otro chico y un policía nos intercambiamos durante media hora para hacerle RCP (Reanimación Cardio Pulmonar) hasta que llegó la ambulancia”, señaló.

Virginia, oriunda del barrio porteño de Coghlan y quien veranea en Villa Gesell junto a su familia, contó que meses atrás había realizado un curso de reanimación y primeros auxilios dictado por la Cruz Roja, por lo que intentó brindar ayuda.

«Cuando lo vi traté de hablarle para tratar de reanimarlo y le hicimos todas las maniobras posibles. Cuando me enteré de la noticia de la muerte a la mañana me shockeó totalmente”, explicó.

“Hice lo que pude pero no fue suficiente, y es una carga que voy a llevar siempre”, aseguró la joven, quien además contó que el mismo sábado brindó declaración testimonial durante dos horas en la Dirección Departamental de Investigación local, en la que narró lo que pudo observar.