Este lunes, con horas de diferencia, dos mujeres de edad avanzada fueron víctimas del llamado «cuento del tío». Una de ellas entregó 3.000.000 de pesos a una persona que fue enviada por alguien que dijo ser su nieta. La otra entregó 200.000 pesos en efectivo y alhajas. Desde el Ministerio de Seguridad dieron algunas recomendaciones para evitar caer en las trampas.

Uno de los hechos ocurrió en la zona de Crespo al 1900. Allí, una mujer de 80 años recibió un llamado telefónico por parte de una chica que dijo ser su nieta y que le pidió que, dada la situación económica, le dijera donde tenía guardada la plata para realizar el cambio de moneda. Poco después un hombre fue al domicilio de la anciana, buscó el dinero donde ella le indicó que estaba y luego se retiró en un vehículo.

Otro caso de similares características tuvo lugar en la zona de Discépolo al 2300. Allí María, de 72 años, contó a la policía una situación muy similar. Una chica la llamó por teléfono, haciéndose pasar por su nieta y envió a una persona a retirar dinero en efectivo, una suma que ronda los 200.000 pesos, y algunas alhajas.

Recomendaciones de seguridad

Desde la Dirección de Inteligencia Criminal Estratégica del Ministerio de Seguridad brindaron algunas recomendaciones para evitar caer en trampas de esta naturaleza.

La titular del área, Silvina Pait apuntó que generalmente se sospecha de personas cercanas al entorno de la víctima, pueden ser familiares, o bien vecinos o allegados y señaló que «obviamente, lo más importante, es nunca revelar si hay dinero guardado en la casa y dónde».

«Además, ante un llamado telefónico que genere dudas, o del que desconozcan el teléfono o del que no saben con seguridad la identidad de la persona que está hablando, hay que cortar la llamada y comunicarse inmediatamente con el 911».

Pait explicó que generalmente este tipo de casos se da con personas mayores, y lo que los estafadores suelen hacer es ir sacando información durante la conversación telefónica mientras los distraen con otra cosa. «Llaman y comienzan a dictarles números de cuentas bancarias por ejemplo, y mientras lo hacen, conversan y le sacan la información».

«Lo más importante es mantenerse alerta y no brindar a nadie información que es tan delicada y puede tentar a los conocidos», finalizó la jefa policial».