Foto: Diario El Litoral

Un fiscal federal de Santa Fe denunció y pidió las indagatorias del ex jefe de la delegación de la Policía Federal Argentina (PFA), Marcelo Lepwalts, y de otros cinco integrantes de esa dependencia acusados de haber desarrollado “un sistema recaudatorio” para cobrar protección a narcos y utilizar drogas secuestradas para “embagallar” a otros, informaron hoy fuentes judiciales.

De acuerdo a unas escuchas telefónicas en las que se basa la acusación, este sistema es para “todos por igual” y “sin importar jerarquías”. “El sistema incluía el ofrecimiento de cobertura policial a personas presumidas de realizar actividades delictivas a cambio de una suma de dinero periódica, la cual se mantenía vigente hasta que se decidía que, como se verificó en algunos casos, debían ser privadas de su libertad ambulatoria por no resultar funcionales al sistema”, describió en la denuncia el fiscal Walter Rodríguez.

El funcionario judicial pidió las indagatorias de Lepwalts y los integrantes de la delegación Cristian Pablo Bogetti, Michael Juan Arbildo, Carlos Fernando Gómez Navarro, Darío Alberto Duarte y Lucas Leonel Bustos; algunos de los cuales tenían antecedentes de sumarios administrativos por su desempeño en la localidad cordobesa de Villa María, destino anterior a Santa Fe.

Lepwalts, Bogetti, Arbildo y Gómez Navarro fueron procesados en mayo último por los delitos de «falsedad ideológica, encubrimiento, alteración de pruebas e incumplimiento de los deberes», mientras que la misma resolución procesó a Duarte y a Bustos por «tenencia simple de estupefacientes».

La delegación Santa Fe fue allanada el 9 de mayo y en el inmueble se secuestró dinero en efectivo -que el fiscal presume como parte de la recaudación ilegal- y estupefacientes que según la investigación no pertenecían a ningún caso oficial.

En la denuncia, el fiscal Rodríguez señaló que un grupo policías conformó una asociación ilícita, extendida entre el 23 de marzo de 2018 y el 9 de mayo pasado, cuando fueron detenidos y allanada la delegación.

La presentación se fundó en la declaración del padre del policía Gómez Navarro, quien describió ante el fiscal la presunta existencia de un sistema recaudatorio institucional y ascendente en la jerarquía de la PFA.

Según la acusación, en una de las escuchas del 23 de diciembre de 2108, Arbildo le dijo a Gómez Navarro: “Te diste cuenta que es todos por igual… sin importar jerarquía.”

“Sí, olvídate. A mí me incluyeron”, respondió el segundo, a lo que Arbildo agregó: “Y eso es lo bueno de este grupo”.

Por su parte, Rodríguez sostuvo que “resulta de imposible cumplimiento una investigación dirigida a revisar ‘la historia’ de una institución”, por lo que acotó la pesquisa al plazo antes indicado y a la delegación santafesina de la fuerza.

A su vez, el fiscal desechó el testimonio del padre de Gómez Navarro al tratarse de un familiar de un imputado en otro caso, aunque lo valoró como “elemento indiciario”, que cotejó con otros expediente en los que están involucrados los policías y con una pesquisa realizada por el Organismo de Investigaciones (OI), que depende del Ministerio Público de la Acusación (MPA) provincial.

Para el fiscal, la investigación halló la presunta “configuración de un sistema de recaudación ilegal nutrido cuanto menos por utilidades provenientes del narcotráfico y que tenía como objetivo principal el lucro personal de cada uno de sus integrantes”.

Y sostuvo que “el mecanismo recaudatorio” procuró “la obtención de dinero como así también de material estupefaciente de parte de personas vinculadas al tráfico de sustancias ilícitas, mediante interceptaciones de manera sorpresiva o durante la ejecución de medidas judiciales”.

“Los resultados de tales procedimientos en algunas oportunidades eran ocultados -en todo o en parte- a las autoridades judiciales, y en particular el dinero obtenido, era distribuido por partes iguales entre el personal policial que integraba el grupo, y en el caso del material estupefaciente, una porción resguardada para ‘embagallar’ en futuros procedimientos”, continuó.

Tras la detención de Lepwalts, la delegación Santa Fe de la PFA quedó a cargo del comisario Mariano Valdés, quien en septiembre último estuvo envuelto en un tiroteo en el que fue herido en la autopista Buenos Aires-Rosario.

Dos fiscales rosarinos revelaron que el comisario había dialogado con las personas con las que se tiroteó –aunque declaró que había sido un intento de robo al voleo- y descubrieron restos de estupefacientes en las ropas del oficial y en un bolso que desapareció de la escena del hecho y fue secuestrado unas semanas después en la delegación.

Valdés y su segundo fueron imputados por mal desempeño, alteración de pruebas y otros delitos, y el expediente se encuentra en un conflicto de competencia entre las justicias ordinaria y federal.

Las escuchas

De acuerdo a la acusación, los datos  surgieron del análisis del teléfono de uno de los policías denunciados, Carlos Gómez Navarro, realizado por el Organismo de Investigaciones (OI) dirigido por Marcelo Saín.

En una conversación que Gómez Navarro mantuvo el 23 de diciembre de 2018 con su colega Michel Arbildo -uno de los denunciados-, este último le dijo: «Te diste cuenta que es todos por igual… sin importar jerarquía.»

«Sí, olvídate. A mí me incluyeron», respondió el primero, a lo que su interlocutor le dijo: «Y eso es lo bueno de este grupo.»

Y más adelante, Arbildo le aclaró que «nadie ajeno» al «contorno» de ellos tenía «que saber» sobre el presunto sistema recaudatorio ilegal.

La denuncia incluyó también un intercambio de mensajes entre Gómez Navarro y Andrés Emanuel Molina, quien sería empleado policial de la fuerza provincial santafesina, ocurrido el 6 de abril pasado.

Gómez Navarro (GN), sobre un presunto narco que tuvo que pagar por protecicón: «El del otro día tuvo que gatillar. Le dijimos que le íbamos a allanar. Encima tenía tres domicilios.»

Molina (M): «¿Y cuánto puso? El mongo se comió el chamuyo, bien ahí.»

GN: «Sesenta. En otra casa tenía el medio kilo y 250 pero muy lejos, pasando Sauce (Viejo). Le dejamos eso. Si estaba perdido ya. Se comió el chamuyo.»

M: «Re bien, ¿rasguñaste algo?»

GN: «Sí, para todos iguales. No hay jerarquía, 8 y 3 de 1 grs (sic) para bagallo.»

M: «¿8 c/u? re bien.»

GN: «Y sí, trajo 60. Con la condición de que no lo persigamos más Xq le comimos la casa.»

A su vez, la denuncia también contiene escuchas entre policías que darían cuenta, según el fiscal, del pago de 120 mil pesos que habría realizado un narco detenido, Guillermo Kernc, en un caso por el que la Justicia procesó a los efectivos ahora investigados nuevamente.

Según la investigación, al ser detenido, Kernc tenía dos celulares y quería recuperar uno porque tenía las anotaciones de personas a las que había prestado dinero, por lo que habría acordado con los federales su devolución por dinero.

GN: «Se la jugó el de la camio.»

M: ¿Sí? ¿Cuánto?»

GN: «Para que le devolvamos el celu, porque era prestamista, tenía todas las cuentas que tenía que cobrar, y lo citamos ahí en la costa, puso setenta, más lo que había puesto cincuenta el otro día. Lo que vale, lo que vale mi Berlingo así chocada.»

M: «Ah de diez, ¿agarraste 10?

GN:»Y sí pa. No quedaba otra. Ya veo nos pasaba lo de Bs As. Q se cagaron a tiro entre poli. Le cambiamos el lugar tres veces.»