El subsecretario de Investigación Criminal y Policías Especiales, Rolando Galfrascoli, se refirió a las versiones que señalaban que la Policía de Investigaciones (PDI) de la provincia de Santa Fe, estaría involucrada en una entradera ocurrida en la zona sur de Rosario.
“La palabra de las víctimas lo descarta absolutamente”, refirió el subsecretario de Investigación Criminal y Policías Especiales sobre las versiones que circularon ayer respecto al supuesto involucramiento de la Policía de Investigaciones en una entradera. “PDI se encuentra investigando junto con la fiscal”, agregó el funcionario para despejar dudas.
“Las víctimas pueden identificar que estos cinco hombres (por los malvivientes) se encontraban vestidos de determinada manera y una de las características que llamó la atención y provocó esta corrida con una información que es falsa por lo que podemos obtener de los primeros datos de la investigación, es que estas personas habrían estado vistiendo chalecos y ropa policial identificatoria de PDI”, comenzó explicando Galfrascoli.
El funcionario provincial fue enfático al afirmar que “esto no es así. La palabra de las víctimas lo descarta absolutamente en la entrevista que ha realizado la fiscal”, y agregó que “PDI se encuentra investigando junto con la fiscal Georgina Pairola y la secretaria Viviana O’Connell esta causa”.
Según Galfrascoli, en su relato los damnificados dicen que “las personas vestían uniformes de fajina o combate policial, no se puede precisar mucho, y que uno de ellos tenía un chaleco con siglas blancas como los que se usan para identificar a las fuerzas. Pero ellos (por las víctimas) no reconocen que tengan ni siglas rojas ni letras de PDI ni nada que se parezca. Con lo que se descarta, a partir de los testimonios de las propias víctimas, que haya sido un chaleco –como se dijo en un primer momento- identificatorio de la Policía de Investigaciones de la provincia de Santa Fe”.
El hecho
En la mañana de este jueves, una familia domiciliada en una vivienda de Medici al 4800 fue víctima de una entradera perpetrada por cinco hombres que se presentaron allí con el fin de realizar un supuesto allanamiento.
Ante la sorpresa, los moradores de la vivienda les dieron paso y allí supieron de las verdaderas intenciones del grupo de hombres, quienes revisaron la casa y sustrajeron una gran suma de dinero en efectivo, luego de maniatar y maltratar a la familia.
