El cura Néstor Monzón, de 51 años y ex titular de la parroquia «María Madre de Dios» de Reconquista, fue condenado este miércoles a 16 años de prisión luego de que el tribunal conformado por los jueces Claudia Bressán, Martín Gauna Chapero y Santiago Benegas lo encontrara culpable del delito de abuso sexual gravemente ultrajante contra una nena y un nene de tres años.

El juicio se llevó a cabo entre el 5 y el 16 de diciembre. El fiscal Alejandro Rodríguez había pedido la pena de 12 años de cárcel por los delitos de «abuso sexual gravemente ultrajante y doblemente agravado», en tanto que ambas querellas habían coincidido en solicitar 16 años de prisión de cumplimiento efectivo.

Los magistrados resolvieron condenar a Monzón como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual gravemente ultrajante (por las circunstancias de su realización) calificado (por ser el imputado ministro de un culto reconocido) en perjuicio de los dos menores de edad, en concurso real.

Además, los jueces absolvieron al sacerdote -bajo el beneficio de la duda- de haber producido graves daños en la salud de las víctimas. 

Como el acusado llegó al proceso oral en libertad, solo estuvo preso 60 días, al inicio de la investigación, acusación y querellas adelantaron que ante este fallo pedirán en forma inmediata las medidas cautelares, más allá de que haya una eventual apelación por parte del acusado.

Por este motivo, los fiscales Alejandro Rodríguez y Juan Sebastián Marichal solicitaron la realización inmediata de una nueva audiencia para el tratamiento de la medida cautelar y adelantaron que solicitarán la prisión preventiva del condenado.

Ante esto, el tribunal dispuso que la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) fije de forma inmediata –tal como lo solicitó la Fiscalía– el día y la hora de realización de una nueva audiencia en la que deberá tratarse el pedido realizado por los fiscales para que se imponga al condenado la medida cautelar privativa de libertad.

Las víctimas

Luego de conocer la sentencia, el fiscal Rodríguez manifestó su conformidad con la decisión del tribunal y valoró que la sentencia haya sido dispuesta por unanimidad. Por otra parte, en relación a la absolución del abuso calificado por el daño a la salud de la niña menor de edad, el fiscal adelantó que “aguardaremos los fundamentos del fallo para analizar los pasos a seguir”.

El funcionario del Ministerio Público de la Acusación (MPA) también se refirió a las víctimas y a sus familias. “Ellos experimentaron y sufrieron en carne propia insultos y escraches por haberse animado a enfrentar esta situación”, remarcó.

En cuanto al monto de la pena resuelto por los jueces, el fiscal sostuvo que “si bien habíamos solicitado 12 años de prisión, el monto de 16 años -pedido por los querellantes- era una de las posibilidades en un delito cuya escala penal va desde los ocho años como mínimo y hasta los 20 de años de prisión como máximo”. En tal sentido, agregó que el tribunal entendió que lo justo eran 16 años y no tengo objeciones para ello”.

Consultado acerca de posibles apelaciones a la sentencia, Rodríguez advirtió que “estamos preparados para continuar litigando ante todos los recursos que puedan ser presentados. Estamos preparados para ir a donde haya que ir”.

Prisión preventiva

Rodríguez explicó que “si bien el condenado no quedó privado de su libertad, en los alegatos de clausura solicitamos que se trate de forma inmediata la prisión preventiva. Entendemos que ya hay una sentencia de un tribunal de primera instancia que dispuso algo concreto, por lo tanto, se incrementa el riesgo de fuga”.

Delito agravado

“Los abusos que investigamos fueron cometidos entre el jueves 26 y el viernes 27 de noviembre de 2015 en una casa perteneciente a la diócesis de Reconquista –en la que vivía el acusado– ubicada dentro del predio de la parroquia ‘María Madre de Dios’. En esta sede religiosa, el hombre investigado cumplía funciones como sacerdote”, precisó el fiscal.

“Las víctimas fueron una niña y un niño muy pequeños, a quienes no sólo sometió sexualmente, sino que también hizo que se observaran mutuamente mientras eran abusados”, agregó.

Rodríguez se refirió a las agravantes del delito atribuido al acusado. En relación a su condición de ministro de un culto religioso, el funcionario del MPA sostuvo que “se debe a que, al momento de los ilícitos, Monzón cumplía funciones como sacerdote”.

Denuncia

“La investigación se inició a raíz de una denuncia realizada por la madre de la niña abusada. La mujer se presentó el 23 de diciembre de 2015 en el Centro de Orientación a la Víctima de Violencia Familiar y Sexual de la Unidad Regional IX de la policía provincial y dejó constancia de lo ocurrido”, informó el fiscal.

Rodríguez sostuvo que “ni bien se nos informó de la denuncia, junto al fiscal Rubén Martínez ordenamos la realización de diversas diligencias, testimoniales y pericias. También se entrevistó en cámara Gesell a la niña, ya que con el niño no se pudo concretar”.

El fiscal también reconoció que “hubo que presentar numerosos escritos y participar de una gran cantidad de audiencias a raíz de las recursos interpuestos por los distintos abogados defensores que tuvo el acusado”.

Querellantes

Los padres y las madres de ambos niños se constituyeron como querellantes, mientras que los abogados que representaron al padre y a la madre de la niña fueron Andrés Ghio y Andrés Ramseyer. En tanto, en representación del papá y de la mamá del niño lo hizo la letrada Luciana González.