El padre de Fabricio Guiral, el joven de 21 años que fue asesinado este domingo en su casa, en Villa Gobernador Gálvez relató que, tiempo atrás habían sufrido un ataque a balazos en el marco de un intento de extorsión para que el negocio familiar pudiera trabajar «sin problemas». Por dichas amenazas, presentaron las denuncias correspondientes y toda la familia fue puesta bajo protección. Sin embargo, este domingo, el patrullero que debía cuidarlos se retiró del lugar y el joven se convirtió en una víctima fatal.

En diálogo con LT8, Hernán Guiral relató que el pasado 8 de marzo la cervecería que su familia tiene en Villa Gobernador Gálvez fue baleada y que los atacantes le exigían el pago de 200.000 pesos a cambio de protección o, de lo contrario, no podrían trabajar.  Guiral buscó ayuda en el Ministerio Público de la Acusación, donde radicó la denuncia y denuncias subsiguientes cuando las amenazas continuaron.

«Tengo todas las denuncias hechas; Schiappa Pietra (fiscal) se la pasó a Carbone y Carbone se la pasó a Rébola; tenían todos los elementos para evitar esto y no lo hicieron. El ministro de Justicia de la provincia vino a hablar conmigo y con el intendente Alberto Ricci; me dijeron que me quede tranquilo que los iban a meter presos, que tenían las herramientas… obviamente se les perdió la caja de herramientas y hoy tengo que enterrar a mi hijo”, se lamentó Guiral con profundo dolor.

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«Me quedé sin alma,  sin corazón, no tengo sentimientos, un dolor profundo por la muerte de mi hijo, un inocente trabajador de 21 años. Yo tengo varias enfermedades; entre ellas cáncer, y otro hijo, discapacitado, de 7 años; del que se iba a hacer cargo Fabricio”, relató.

«Hoy yo tengo que enterrar a mi hijo. Detrás de esto está la mala justicia que tiene el país y los jueces que no hacen nada. Pusieron barricadas en Tribunales para protegerse, pero no cuidaron a mi familia”, remarcó y denunció: «Mi familia y yo éramos testigos protegidos, y el móvil policial que debía cuidarnos no estaba en el lugar. Hicieron abandono de sus labores. No había nadie cuidando. Si hubiese estado el patrullero, esto no hubiese pasado y mi hijo estaría conmigo”.

Guiral insistió en que «hay muchas familias destruidas», y pidió: «Por la memoria de mi hijo pido que las autoridades hagan algo, que metan presos a los responsables y la policía haga algo. Si a los funcionarios les queda chico el saco, que se corran y dejen lugar a la gente que quiere trabajar de verdad”.