En horas de la tarde de este viernes, en la Oficina de Gestión Judicial de la de Rosario se llevó adelante audiencia imputativa a Jonatan M., por el homicidio doblemente calificado del estilista Marcelo Giudici, semanas atrás.
La Policía de Investigaciones (PDI) lo había detenido esta madrugada, como presunto autor del crimen ocurrido el pasado 5 de julio en su domicilio de San Juan al 800.
En diálogo con medios de prensa, el fiscal Miguel Moreno de la Unidad de Homicidios Dolosos, confirmó que “luego de haber desarrollado la evidencia, que vinculaba directamente al imputado con el hecho, el juez dispuso prisión preventiva”.
El homicidio fue doblemente calificado por haber sido cometido con alevosía y por tener como fin facilitar y consumar otro delito, como así también para procurar su impunidad, en concurso real con el delito de robo.
Un detalle particular que relató el fiscal alude a la vestimenta del acusado durante la audiencia, ya que, según dijo “las zapatillas que traía el imputado eran de la víctima”.
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El dato fue corroborado por un colaborador del fiscal en la causa, que ayudó a dilucidar los bienes que faltaban del domicilio de Giudici, señaló la particularidad y “pasó una foto de la víctima vistiéndolas”, según dijo Moreno.
Sobre el detenido, el fiscal consideró que “logró hacerse de la confianza de la víctima hasta lograr ingresar a la casa donde ejecutó el hecho”, en el centro de Rosario.
Según el relato, se llegó a esa conclusión “a partir de testimonios de personas que lo habían visto ese día en el horario que Giudici dejó de verse, dijeron que lo habían visto días anteriores y que había una relación.”
Moreno especificó que “el día del hecho un testigo verificó que esta persona no tenía 50 pesos para devolverle y tres días después adquiere una motocicleta por un valor de 15.000 en una maniobra que entendemos que tiende a eludir la acción judicial porque se saca de encima la moto con la que comete el hecho y adquiere nueva.”
Por último, sobre la motivación del asesinato, consideró que “la orientación sexual de la víctima” puede haber tenido que ver, lo que evidenciaría un “crimen de odio”, aunque la investigación aún debe avanzar para ese tipo de determinaciones.
