Los estadísticas de femicidios siguen en aumento y las cifras se vuelven aterradoras. De acuerdo al relevamiento nacional que realiza el observatorio nacional Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLa), durante el mes de enero se registraron 22 femicidios y 50 intentos de femicidio. Desde la organización, advierten sobre una dinámica social persistente y en crecimiento como es la feminización de la pobreza que profundiza las violencias hacia las mujeres y disidencias.

Según el Observatorio MuMaLa, que realiza un exhaustivo seguimiento en medios de comunicación gráficos y digitales de todo el territorio nacional, entre el 1º y el 30 de enero del año en curso, se registraron 30 muertes violentas de mujeres, travestis y trans, es decir, una cada 24 horas, discriminados de la siguiente manera:

22 femicidios, femicidios vinculados y trans- travesticidios. (1 femicidio cada 33 horas) de los cuales:
– 19 fueron directos
– 1 vinculado niña/mujer
– 1 vinculado de niño/varón.
– 1 Trans/travesticidios.

A estos casos se suman 8 muertes violentas asociadas al género que permanecen en investigación. Fueron 50 los intentos de femicidios. Es decir, 2 intentos por cada femicidio perpetrado.

Datos que duelen

El 76% de los femicidios fue cometido por parejas o exparejas de las víctimas cuya edad promedio fue de 38 años. El 18 % de las víctimas habían denunciado a su agresor y contaban con orden de restricción de contacto o perimetral. El 30 % de las que denunciaron tenía, además, botón antipánico. En tanto que el 70% de los femicidios fueron cometidos en la vivienda de la víctima o compartida con su agresor.

El costado más atroz de estos crímenes son los 22 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madre.

Ante estas cifras, desde MuMaLa, reiteran la urgente necesidad de la declaración de Emergencia en Violencia de Género que determine recursos precisos y especiales, así como evaluar su impacto.

«Asimismo – advierten desde la organización – alertamos sobre una dinámica social persistente y en crecimiento como es la feminización de la pobreza que profundiza las violencias que atravesamos mujeres y disidencias».

En ese sentido remarcan que, «con una  inflación cercana a los 3 dígitos, con creciente desocupación y subempleo, se nos impide la autonomía económica y el acceso a los recursos básicos, generando dependencia con nuestro agresor». «Las barreras económicas, sociales, culturales y de acceso a la justicia son las causantes del empobrecimiento de nuestra calidad de vida, el Estado es responsable. Nos mata el machismo, Nos golpea la pobreza. Exigimos políticas de calidad, integrales y territoriales que permitan el acceso a vidas dignas y libres de violencias», cierra el comunicado.