Familiares del ex cura Carlos Eduardo José que este martes fue declarado en rebeldía y bajo pedido de captura internacional por el tribunal que lo había citado para imponerle una condena en una audiencia a la que no asistió, aseguraron que el acusado «se ausentó de su domicilio el día viernes 11 (de agosto) y que aún no retornó», según la resolución judicial a la que tuvo acceso la agencia Télam.

«Ante la incomparencia de Carlos Eduardo José a la audiencia designada para el día de la fecha, se dispuso orden de allanamiento para el domicilió de la calle Carhué 5273 de la localidad de Caseros, partido de Tres de Febrero a efectos de que se lo traslade mediante el auxilió de la fuerza pública», dice uno de los integrantes del TOC N° 2 de San Martín, el juez Alejandro Moramarco Terrarosa en la resolución emitida este martes por ese tribunal.

«Dicha diligencia se llevó a cabo con resultado negativo ya que José no se encontraba allí. Manifestó su hermano Adrián Fabio José, que Carlos Eduardo se ausentó de su domicilio el día viernes 11 y que aún no retornó, corroborando la ausencia del acusado», agrega el magistrado.

Estos párrafos forman parte de la resolución para «decretar la rebeldía» del imputado «y ordenar su detención, disponiéndose consecuentemente -su captura nacional e internacional»; decisión adoptada por unanimidad por el cuerpo que también integran Héctor Toneguzzo y Marcelo Machado.

«Analizada la cuestión traída a estudio, entiendo que se debe decretar la rebeldía de José y ordenar la detención del nombrado, como así también disponer su captura a nivel nacional e internacional, ya que su ausencia evidencia un claro desprecio al apego de la norma», señala el texto judicial.

Hecho de extrema gravedad

Además, considera la gravedad de ese hecho «siendo que en la audiencia de censura se debía evaluar la pena a imponerle por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante doblemente agravado por ser el imputado ministro de un culto reconocido y por encontrarse en la guarda de la víctima», justifica Moramarco Terrarosa en la resolución.

«Queda claro con lo relatado precedentemente que el acusado no se sometió a proceso, habiendo sido notificado personalmente, demostrativo ello de violar la confianza en él depositada por los operadores judiciales. Corresponde entonces declarar su rebeldía y ordenar su- captura al efecto de asegurar su comparecencia y evitar que burle la acción de la justicia», agrega la resolución.

Los jueces firmantes habían convocado este martes a las 9 a la «audiencia de cesura» en la causa contra el ex cura por «abuso sexual gravemente ultrajante» de una alumna menor de edad, después de que el Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires revirtiera parcialmente su absolución por prescripción en octubre pasado pero manteniendo al procesado en libertad.

Ese tribunal consideró que Carlos Eduardo José, de 64 años, es culpable de «abuso sexual gravemente ultrajante triplemente agravado» contra Mailin Gobbo, actualmente de 35 años, una alumna del colegio parroquial que él dirigía en la localidad bonaerense de Caseros, a quien agredió sexualmente entre sus 12 y 21 en el domicilio de la víctima.

Durante las tres horas de infructuosa espera permaneció en la sede judicial la abogada defensora del exsacerdote, quien les comunicó informalmente a las partes que su defendido no respondía a los mensajes que le había enviado desde primera hora de este martes a la mañana.

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Comunicado del Obispado

El Obispado del partido bonaerense de San Martín emitió este miércoles un comunicado para «aclarar a la comunidad» que el ex cura Carlo Eduardo José que se encuentra prófugo desde ayer en una causa por abuso sexual agravado, «no pertenece al clero de la Iglesia Católica desde 2017» al tiempo que «se solidariza con el sufrimiento de las víctimas» y ratifica su «voluntad de colaborar con la verdad y la justicia».

«Siguiendo las orientaciones de la Iglesia y del Papa Francisco, renovamos nuestro compromiso por seguir trabajando y rezando en nuestra iglesia diocesana por una auténtica cultura del cuidado de personas menores y adultos vulnerables y de todos aquellos que se acercan a nuestras comunidades», concluyó el comunicado eclesiástico.