Una familia integrada por un matrimonio y dos hijos de 5 y 6 años sufrieron anoche, aproximadamente a las 23, un violento robo en su domicilio de Gardellini al 7800, en Fisherton, luego de que los malhechores ingresaran a la casa tras destrozar la puerta de entrada con un pesado caño.

Una vez que transgredieron la entrada, dos de los cuatro ladrones apuntaron al dueño de casa con armas de fuego. «Estábamos con mi señora y mis hijos, yo en el living mirando televisión y ella en el comedor haciendo unos dibujos con los chicos, cuando escuchamos una explosión terrible en la puerta principal y cuando me levanto a ver qué pasó me encuentro con dos personas armadas que me están apuntando«, relató Marcelo Zeballos en declaraciones a la radio LT8.

Más adelante, detalló: «Me empiezan a pedir plata, que les dé las cosas y, en ese momento, uno me pega un culatazo en la cabeza, que me empezó a sangrar», contó visiblemente conmovido Zeballos, y añadió: «Me empieza a sangrar, traté de tranquilizar la situación, los llevo al segundo piso, al dormitorio, y empiezan a revolver todo y a pedirme plata, dólares, cosas de valor«.

Enseguida, mencionó el duro momento por el que le tocó atravesar: «Ahí, como no encontraban lo que buscaban, me pegaron cuatro culatazos más, yo les digo que no me peguen más porque si no me iban a dejar sin cabeza y no íbamos a encontrar nunca nada», continuó el relato el hombre, y añadió: «Nos llevaron unos ahorritos que teníamos, unos relojes y unas cadenas de oro de los chicos, también una tablet«.

Finalmente, Zeballos hizo una apreciación sobre cómo el barrio fue cambiando antes, durante y después de que las fuerzas de Gendarmería lo patrullaran y custodiaran: «El barrio hasta que llegó Gendarmería estaba medio bravo, inclusive pensamos en poner seguridad privada, porque las casas son nuevas y lindas, pero después se calmó un poco» y dio su parecer: «Ahora se volvió a complicar, con robos violentos, como el que sufrimos nosotros».