En conferencia de prensa, el fiscal de Franco Carbone, brindó algunos detalles sobre la espectacular fuga de la Unidad Penal Nº 11. Aseguró que fueron al menos tres las personas que irrumpieron en el perímetro y cortaron el alambrado y que tres de las cuatro cámaras que había en el patio no funcionaban desde hace varios años.

En la conferencia, que realizó en forma conjunta con la fiscal regional María Eugenia Iribarren y el fiscal Gastón Ávila, Carbone detalló que en el penal irrumpieron «al menos tres personas, todas armadas con pistolas y ametralladoras y uno de ellos tenía una amoladora». Según el relato del funcionario, lo que hicieron fue «perforar el cerco perimetral y comenzaron a ganar terreno».

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«Hicieron, aproximadamente, unos 200 mientras mantenían un enfrentamiento armado con los centinelas que estaban en las garitas y puestos de control. Luego, llegaron al patio del pabellón número 14, cortaron dos cercos perimetrales más, con la misma amoladora y se apostaron debajo de la garita número 5». En el momento en que eso ocurría, había 15 internos en ese patio, que comenzaron a tirar piedras contra el centinela y a cortar el alambre de egreso del patio. «Fue en ese momento en el que se produce la fuga de 8 internos,  en tanto que otros 7 pudieron ser recapturados en el momento», contó el fiscal.

En principìo, el grupo habría llegado en un auto en el cual lograron evadirse 8 personas. «En ese vehículo se fueron los 8 evadidos, el conductor y dos de los tres que irrumpieron en el perímetro». El tercero es el que cayó abatido en el tiroteo y quien cortó el certo perimetral con la amoladora. «Seguramente luego habrán hecho postas y habrán intervenido más vehículos».

Otro de los detalles que ofreció el fiscal tiene que ver con las cámaras de seguridad. «Lamentablemente no contamos con el registro de cámaras de videovigilancia. En el perímetro exterior del penal no hay cámaras, sí hay en todo ese  recorrido, esos 200 metros de campo que separa el extramuros del interior de la cárcel, hay cuatro cámaras de las cuales tres de ellas no funcionaban, desde hace varios años».

En cuanto a las certezas, el funcionario del MPA apuntó que está claro que el grupo armado que irrumpió desde afuera son tres personas y que, en cuanto a las armas, de acuerdo a lo revelado en el lugar, «se usaron pistolas y ametralladores 9 milímetros, una pistola 1125 y pistolas 380».

Carbone confirmó que una de las principales hipótesis que se maneja en la investigación , si bien no se descarta ninguna, es que el objetivo de la fuga podría haber sido la liberación de Claudio Javier Mansilla, un recluos con frondosos antecedentes contra quien, justamente, la semana pasada, comenzó un juicio por homicidio.

El fiscal reconoció que esta fuga se traró de un «eventó de gran envergadura, sobre todo por la logística y la organización previa». «Además, con gran poder de fuego».

Por su parte, el fiscal Gastón Ávila confrimó que el fallecido recibió un disparo en la cabeza y que ya fue identificado. Detalló además que tenía en su poder un cargador con municiones 9 milímetros y la amoladora con la que cortó los alambrados. «Aún no está determinado de qué arma salió el disparo. Los gariteros estaban repeliendo el fuego, en el cumplimiento del deber».