Por Gisela Gentile

Fue en Miramar en el año 2001 cuando Natalia Melmann fue secuestrada, torturada, violada y asesinada en manos de efectivos de la policía bonaerense. Su cuerpo se encontró días después en el vivero Municipal de Miramar, lugar que había sido rastrillado días antes por la misma fuerza.

Un año después de su asesinato el tribunal Oral Criminal N°2  de Mar del plata condenaba a tres policías a cadena perpetua, Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini, junto al hombre que les entregó a Natalia según la condena, Gustavo «El Gallo» Fernández.

Una familia que no sólo tuvo que cargar durante años la dolorosa  muerte de su hija sino que también soportó los insultos antisemitas de los familiares de los acusados en el juicio, y aberraciones como la frase “te moriste por puta”, colocada en su tumba en el año 2008 o la quema del santuario que la recordaba ubicado en el bosque Ameghino.

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El último sospechoso en llegar a juicio fue Ricardo Panadero,  17 años después  el Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de Mar del Plata resolvió absolverlo. Los jueces no coincidieron con los planteos realizados por la fiscal Ana María Caro y por la querella quienes pidieron que el acusado fuera condenado a perpetua.

“Nos dejó un vacío muy grande, después de tantos años conseguimos llevar a este hombre a juicio pero lamentablemente tuvimos un juez  como Jorge Peralta que obró como abogado defensor para que Ricardo Panadero obtenga su absolución. El fallo fue unánime, pero  los fundamentos y quien dirigió el debate fue Peralta”; de esa manera iniciaba el diálogo con Conclusión Gustavo Melmann,  papá de Natalia.

En cuanto a las pruebas explicitas que lo sindicaban como parte del aberrante final de la joven, el padre agregó: “ El ADN encontrado en el cuerpo de mi hija tenía un grado de degradación por bacterias y los marcadores que se utilizaron en ese momento eran muchos menos que los de hoy en día. Pero no obstante del rastro genético en los crimenes de este tipo como por ejemplo un femicidio, no hay una cámara de televisión que está filmando como matan una víctima, sino que se buscan indicios que determinan la participación o no de una persona. Panadero estuvo en la costa, arriba del patrullero, figuró en el libro de guardias y demás indicios que se descartaron”, relató.

En un primer juicio fueron puntillosos al condenar a los tres policias, pero en este último no corrieron con la misma suerte, “se descalificaron todos los testigos de cargo que indicaban que estuvo en el lugar del hecho. Ricardo Panadero solo presentó como testigos  a miembros de su familia directa que decían que en el momento del crimen estaba en su casa, cosa que los testigos presentados informaron que estaba en el patrullero”.

En cuanto al porqué del resguardado a Panadero luego de 17 años, Melmann enfatizó:  “No lo cuidaron ahora, sino que esto se mantuvo desde el día uno. Desde que comenzó a vislumbrarse el homicidio de Natalia, tanto el fiscal general como montones de autoridades del país, lo cuidaron para evitar un escándalo público que incluía a 5 policías que habían asesinado y torturado a una jovencita de 15 años. Digo cinco porque es el número de rastro genético que había en el cuerpo de mi hija, pero pueden haber sido muchos más, ya que es un encubrimiento de toda una comisaria”.

No es casualidad que este fallo haya dado el mismo día en que Nahir Galarza fue condenada a cadena perpetua por matar a su pareja. Situación que muestra como la ley no es pareja para todos y deja ver su médula patriarcal. “Panadero queda absuelto y los otros tres condenados ya gozan de salidas transitorias. Si bien son dos crímenes distintos, a Natalia la secuestraron y le hicieron barbaries, fueron muchos hombres contra ella”, recalcó Gustavo.

Luego de conocerse el fallo la familia no sólo tuvo que sobrellevar que un comisario responsable de la muerte de su hija saliera impune, sino que también tuvo que soportar la represión de la misma fuerza. “Intuía que podía llegar a pasar con el fallo antes de escucharlo, ya que al llegar al juzgado pudimos observar como estaba todo cerrado y había más policías que civiles adentro de los tribunales. De casualidad no hubo ningún herido tras la represión que generaron ellos mismos, nos tiraron con balas de goma sin ningún sentido”.

Un juicio que dejó una tristeza enorme, pero que no logrará torcer las fuerzas de una familia que seguirá cñamando por justicia. “Nosotros vamos a apelar el fallo que benefició a Panadero, y en cuanto a las salidas transitorias que ya gozan los otros tres condenados, hicimos nuestro descargo el año pasado pero no recibimos respuestas desde octubre de 2017”.

La bandera de Natalia perdurará sin importar el paso de los años, “la sociedad está siempre acompañándonos, ya que lo que hicieron con Natalia fue una barbarie, más teniendo en cuenta que los protagonistas fueron hombres de la fuerza seguridad que tomaron, raptaron y mataron a una joven. Por más que nosotros en futuro ya no estemos, es una bandera que la han tomado un montón de jóvenes luchadoras que están en contra de los femicidios y el patriarcado. Son muchas las organizaciones sociales que no van a permitir que estas cosas sigan sucediendo. Nosotros amamos a nuestra hija y la vemos reflejada en cada una de esas chicas que luchan por la igualdad de todas la mujeres”, concluyó Gustavo Melmann.