El próximo 2 de febrero se conocerá la sentencia por el homicidio de Lucio Dupuy, de solo cinco años, ocurrido el 21 de noviembre de 2021 en La Pampa. Las acusadas de matar y abusar al pequeño hasta provocarle la muerte son su madre Magdalena Espósito y la  pareja de ésta, Abigail Páez. Los jueces Aníbal Olié, Alejandra Ongaro y Daniel Sáez Zamorano dictarán la sentencia. No obstante, la pena -que podría ser de prisión perpetua- se conocerá luego de 15 días de emitido el fallo durante una nueva audiencia.

El niño murió, según el peritaje forense, a causa de los golpes reiterados y múltiples abusos recibidos.

El informe de la autopsia determinó que Lucio presentaba «politraumatismos por golpes, mordeduras y quemaduras, de vieja y reciente data» y que la muerte del niño se debió a causa de una hemorragia interna.    

El doloroso recorrido de una corta vida

Lucio vivía con su familia paterna, pero la jueza María Clara Pérez Ballester le dio la tenencia a su madre. Por esa decisión, la magistrada está en la mira ya que de acuerdo a lo aportado por la querella, no se realizaron informes ambientales como indica la ley para saber en qué condiciones vivía el niño con la pareja. También lo está el jardín de infantes adonde asistía el pequeño, puesto que no informaron sobre golpes reiterados, dolores o cambios de conducta del pequeño, lo que podría haber ayudado a evitar lo que pasó.

“Nos entraron a robar”

Tras un período de agonía, la madre del niño y su pareja llevaron primero a Lucio a la comisaría y de allí fue derivado a un centro de salud, donde las mujeres dijeron que un ladrón había entrado a robar a la casa, lo cual era mentira.

Y en esta historia terrorífica se constató, luego de su muerte, que el pequeño había sido asistido por traumatismos graves en al menos cinco ocasiones en un período de tres meses. Lo llamativo del caso es que ningún médico pampeano actuó en base al protocolo y alertó a las autoridades de lo que pasaba.

El 15 de diciembre de 2020 Lucio fue atendido por traumatismos en un brazo en el Hospital Evita de La Pampa y solo tres días después fue asistido en Hospital Molas con fracturas en la muñeca y en la mano.

El 22 de enero de 2021 llevaron a Lucio a la posta del barrio Río Atuel, allí los médicos constataron un nuevo traumatismos en el brazo.

Las agresiones avanzaban y así el 1 de febrero de 2021 llevaron nuevamente al pequeño al Hospital Evita, donde le diagnosticaron un traumatismo en el cuerpo, mientras que el 23 de marzo de 2021, en el mismo hospital, los profesionales que lo atendieron dijeron que tenía una malformación en el dedo generada por una fractura de hueso que no había sido tratada correctamente.

No obstante las evidencias, las mujeres negaron las agresiones y declararon todo lo contrario en los Tribunales de Santa Rosa, La Pampa, durante el juicio.

Cuando estaba por terminar la 16° audiencia por la violación y el asesinato de Lucio, Esposito pidió declarar y dijo: “Yo sólo quiero aclarar que teníamos una vida normal. Lucio era un nene feliz y estaba contento de estar conmigo. Él quería estar conmigo porque ya había pasado un tiempo lejos mío y él me decía que quería estar conmigo”.

En una declaración de aproximadamente 40 minutos, la acusada dijo que el niño se iba a ir de vacaciones con su papá en 2022, pero que Lucio le había dicho que quería hablar con ellas por teléfono todos los días para saber qué hacían.

Cabe destacar que los abuelos paternos de Lucio, Ramón y Silvia, contaron a Infobae en una entrevista las mujeres le prohibían todo contacto con el niño a la familia paterna y que hasta le cobraban dinero por hacer una videollamada.

“Nos pedían plata. Cuando ella nos escribía para decirnos que Lucio quería hablar con nosotros, ya sabíamos que era a cambio de dinero. En el juicio se exhibieron los comprobantes de las transferencias”, asegura Ramón.

Sobre esto último, la imputada declaró que nunca había tenido problemas con la familia paterna de Lucio y que nunca se lo negó y remató: “Si no tuvieron más contacto con él, fue porque no se interesaron”.

Así las cosas, Desde el Ministerio Público Fiscal pidieron durante los alegatos finales que a ambas se las encuentr culpables de “homicidio calificado y abuso sexual gravemente ultrajante” y que sean condenadas a prisión perpetua.

Según el debate planteado por los fiscales Verónica Ferrero, Mónica Rivero y Marcos Sacco, las mujeres “agredieron físicamente, en forma conjunta” a Lucio entre las 17.30 y las 19.40 del 26 de noviembre de 2021 en la casa en la que vivían en Santa Rosa, ocasionándole múltiples lesiones que le provocaron la muerte.