Un joven de Rosario que cumple condena por dos homicidios fue imputado este viernes como jefe de una presunta asociación ilícita que lideró desde la cárcel, a la que se le atribuye la venta de droga al menudeo, asesinatos, balaceras, extorsiones y amenazas, como posible eslabón de una cadena que termina en el jefe de la banda “Los Monos”, Ariel “Guille” Cantero.

Pablo Nicolás Camino fue acusado este viernes por el fiscal Pablo Socca de ser junto a su hermano Jonatan -también en prisión-, jefe de una banda que en 2020 “copó” el barrio Godoy de Rosario mediante el uso de la violencia, con el fin de lograr el control territorial para el comercio de estupefacientes.

Según la investigación, la venta de drogas en esa zona estaba controlada por Esteban Alvarado, otro jefe narco que el lunes próximo irá a juicio, a través de un hombre llamado Nicolás “Fino” Ocampo, asesinado a tiros en abril del año pasado.

Por la misma investigación, realizada por el Equipo Conjunto de Investigación del Ministerio Público de la Acusación y el Ministerio Público Fiscal, el juez federal 4 de Rosario, Marcelo Bailaque, procesó en noviembre pasado a “Guille” Cantero, a Camino y a otro hombre llamado Leonardo “Pollo” Vinardi (también preso) como organizadores del tráfico de estupefacientes.

Camino fue imputado con prisión preventiva en octubre pasado, luego de 80 allanamientos conjuntos de la Justicia ordinaria santafesina y del fuero federal, al ser considerado parte de una trama de narcocriminalidad y violencia.

El fiscal Socca lo acusó ahora como jefe de una asociación ilícita que “procuró ocupar y dominar sectores y barrios de la ciudad de Rosario, principalmente Barrio Godoy, Villanueva y Bajo Cullen, y excluir de allí a bandas antagónicas con el fin de obtener beneficios económicos producto de diversas actividades ilícitas”.

Según el fiscal, para llevar a cabo ese objetivo, “los integrantes de la asociación cometieron diversos delitos”, entre los que enumeró “homicidios, lesiones, robos, encubrimientos, amenazas, extorsiones, usurpaciones, abuso de armas, portación y tenencia ilegal de armas de fuego y venta ilegal de estupefacientes”.

También fueron imputados este viernes por similares delitos, pero con diferentes roles dentro de la banda, Génesis Agustina C., Florencia Elsa S. y Brisa Ayelén M., según informó el Ministerio Público de la Acusación.

El juez Florentino Malaponte dictó la prisión preventiva por dos años para Camino y Brisa Ayelén M., y dispuso la prisión domiciliaria de Génesis Agustina C. y Florencia Elsa S., ampliaron los informantes.

Cantero cumple una condena a 20 años de prisión que unificó dos homicidios de los que fue encontrado responsable.

Uno de ellos ocurrió en la cárcel de Coronda cuando junto a otras tres personas -también condenados- mataron a puñaladas a otro narco y jefe de una facción de la barrabrava de Newell’s Old Boys, Ariel “Tubi” Segovia, quien estaba en prisión por cuatro homicidios.

La información empleada para acusar a Camino provino de su propio teléfono, secuestrado en la cárcel en 2020, que permitió a los investigadores descubrir cómo el joven se impuso por medio de la violencia en los tres barrios cuya venta de drogas controlaba.

Una escucha del caso muestra ese rol del acusado, que amenaza a otras personas que supuestamente comercian estupefacientes en ese lugar.

“Vos y Gabi me van a pagar, así de corta. Si no, lo voy a recagar a tiros hasta que se vayan del barrio”, dice Camino, quien les aclarar que “en ese barrio mando yo, y me paro de manos”.

En otra comunicación le dice a su interlocutor “dejá de hacerte el pillo conmigo, porque te juro que te voy a entrar a tu casa y te voy a cagar matando, hijo de puta”.

Según las escuchas, Camino les exigía dinero a cambio de seguir vendiendo drogas en el barrio: “Vamos a llegar a un numerito y me van a tener que pagar vos y Gabi, corta. No te metas tirando contactos, línea, ni nada de esas cosas. Porque en ese barrio mando yo, y ahí me paro de manos”.