El juez federal Claudio Bonadio ordenó «destruir» unas 60 mil cunas del «Plan Qunita» que, a raíz de una causa judicial, no pueden ser repartidas entre sus beneficiarias.

La resolución Bonadio afirma que el Estado puede disponer de los elementos del kit excepto la cuna y el saco de dormir, y resuelve: «Hágase saber al señor ministro de Salud que deberá disponer de tales elementos con las excepciones citadas, que deberán destruirse».

Bonadio se amparó en informes técnicos que indican que podrían ser perjudiciales para los niños, aunque referentes del kirchnerismo presentarán informes que, aseguran, marcan lo contrario y dicen «hasta el momento no existen denuncias de madres beneficiadas con el programa que hayan informado daño alguno en sus niños».

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) había determinado el año pasado que las cunas y las bolsas de dormir del Plan Qunita eran «inseguras» para los bebés, por sus dimensiones y materiales, por lo cual el Ministerio de Salud suspendió la entrega de los kits maternales.

La decisión de Bonadío se conoció un día después de que el fiscal federal Eduardo Taiano pidiera enviar a juicio oral al ex jefe de Gabinete del kirchnerismo Aníbal Fernández y a otros 17 procesados, por sobreprecios y direccionamiento de la licitación por el plan «Qunita», que se otorgó a mujeres embarazadas beneficiadas por la Asignación por Embarazo (AUE).

En los seis meses que funcionó el programa durante el Gobierno de Cristina Kirchner se distribuyeron 74.408 kits a 289 maternidades en todo el país de los cuales 43.600 fueron entregados a las familias, es decir que más de un 60 por ciento de los kits distribuidos ya fueron entregados.