La Cámara de Casación Penal rechazó hoy la excarcelación del ex vicepresidente Amado Boudou y de su socio José María Núñez Carmona, condenados por la causa Ciccone.

La Sala IV de este tribunal, integrada por los jueces Mariano Hernán Borinsky, Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos, decidió por unanimidad mantener la prisión preventiva de ambos, que permanecen en el penal de máxima seguridad de Ezeiza.

La medida también alcanza a Nicolás Ciccone, antiguo dueño de la imprenta y sentenciado a prisión domiciliaria en el marco del caso por la venta irregular de la empresa.

En su resolución, los magistrados resaltaron que «no se observa la existencia de una cuestión federal o un supuesto de arbitrariedad» en la decisión de imponer el encierro para Boudou y Núñez Carmona.

De esta manera, los camaristas dejaron firme la decisión del Tribunal Oral Federal 4, que a principios de mes había rechazado el mismo planteo realizado por la defensa de los detenidos a pesar de que el fallo condenatorio no se encuentra firme.

En su resolución, los jueces Borinsky y Gemignani señalaron que «no se ha logrado demostrar la existencia de un agravio federal debidamente fundado que habilite» la liberación de los condenados.

De acuerdo con el fallo, el ex vicepresidente «se ha limitado a cuestionar una fundamentación que no comparte sin efectuar una crítica concreta y razonada de los argumentos dados» por el TOF 4.

Por su parte, Hornos adhirió a la decisión de sus colegas y agregó que «el recurso de casación intentado» por Boudou, Núñez Carmona y Ciccone es «inadmisible por carecer de la debida fundamentación».

El ex funcionario nacional fue condenado a cinco años y diez meses de cárcel tras encontrarlo «autor penalmente responsable de los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública», mientras que a su amigo le dieron cinco años y medio por ser partícipe de ese hecho.

Por mayoría, el TOF 4 había advertido que existían riesgos de la «elusión» de los condenados, toda vez que poseen «sobradas vinculaciones familiares, personales, profesionales, comerciales, contactos sociales y propios de los círculos que frecuentó en sus últimos años y capacidad económica financiera – potencial o efectiva- para procurarse los medios necesarios para sortear otras restricciones menos intrusivas al encarcelamiento preventivo».

Además, al imponer las detenciones pese a que no existe condena firme, el Tribunal insistió en el riesgo de entorpecimiento de la investigación a partir del «apriete» a testigos: es que más allá de haber finalizado el juicio aún permanece bajo investigación una causa paralela al caso Ciccone que lleva adelante el juez federal Ariel Lijo.

Luego de escuchar el veredicto final, ambos fueron trasladados al penal federal de Ezeiza donde permanecen alojados actualmente: en tanto, el empresario Nicolás Ciccone fue sentenciado en este mismo juicio a cuatro años y medio de prisión, que deberá cumplir de manera domiciliaria.