En el allanamiento realizado en la comisaría 7ª en el marco de la investigación por el caso de Franco Casco se secuestraron elementos importantes para desentrañar que sucedió las horas previas a la muerte del joven.

El procedimiento fue ordenado por orden del juez federal Carlos Vera Barros a pedido de la querella y fue encabezado por Gendarmería Nacional y personal de Dirección de Apoyo Técnico a la Investigación Fiscal (DATIF).

En diálogo con Conclusión Santiago Bereciartúa, secretario de Derechos Humanos de la Nación y querellante en el juicio, dio detalles sobre los resultados que arrojó el allanamiento realizado ayer en la comisaría 7ª.

Al respecto comentó que “las pruebas secuestradas en el procedimiento son fundamentales para determinar si la hipótesis que maneja la querella sobre la detención de Franco Casco el día 6 de octubre pasado, frente a la versión policial que asegura que ocurrió el día 7”.

Además  detalló: “Entre los elementos secuestrados en operativo se encuentran libros de guardias y sumarios, computadoras e impresoras, los celulares del personal policial que prestó servicio en la dependencia el día 6, vale aclarar que anteriormente ya se habían secuestrado los teléfonos del personal que trabajó el día 7”.

Durante el procedimiento, “los investigadores realizaron una inspección ocular de todas las instalaciones de la dependencia para contrastar los relatos de los involucrados con el lugar y así comprender con mayor claridad y desentrañar como se dieron los hechos en torno a la desaparición y posterior muerte de Franco Casco”, aseguró Bereciartúa.

Por otra parte, destacó que: “se ordenó una nueva autopsia sobre el cuerpo de Franco Casco que se realizará la semana próxima, a pedido de la querella”.

En tanto, el funcionario indicó que “las pericias informáticas y caligráficas sobre el material secuestrado llevarán un tiempo estimado en no menos de un mes” aunque estima que si surge algún dato relevante para la causa la Fiscalía lo dará a conocer a través de informes parciales.

El caso se originó tras la desaparición del joven Franco Casco que llego a la ciudad de Rosario desde Florencio Varela para visitar a sus familiares y el 6 de octubre cuando emprendía su regreso desapareció luego de ser detenido en la comisaría 7ª y días más tarde su cuerpo fue hallado flotando en el río Paraná.