Este miércoles, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe absolvió a los dos únicos imputados por la desaparición de Maximiliano Javier Sosa, ocurrida en Ceres en diciembre de 2015, cuando tan solo tenía 3 años. Desde un primer momento, la investigación se centró en el entorno familiar del niño y finalmente, fueron detenidos Patricia Sayago, abuela del pequeño, y su pareja, Ariel Malagueño, quienes hace cuatro años que permanecenen prisión preventiva.

La sospecha que pesaba sobre ambos imputados era que habían secuestrado al niño mientras su madre daba a luz y luego lo habían vendido a un conocido de la abuela, que fue luego imputado por trata de personas y espera su juicio.

Los jueces José María Escobar Cello, María Ivón Vella y Luciano Homero Lauría, resolvieron absolver a Sayago por el «beneficio de la duda, respecto de la de persona menor de diez años, en concurso real con falsa denuncia. En tanto, en el caso de Malagueño, fue exculpado por «abstención fundada de acusación fiscal».

En el fallo, los magistrados dispusieron que todo lo actuado sea remitido al Ministerio Público de la Acusación de la provincia de Santa Fe, para que profundice la investigación sobre el paradero del menor de edad, que continúa siendo un misterio.

Sentencia Sayago Malagueño …

El caso

La última vez que fue visto con vida, el 21 de diciembre de 2015, Maxi tenía apenas tres años. El relato de su desaparición es incompleto y sólo se recontruye de a retazos, como un macabro rompecabezas. Esa tarde el niño se encontraba en la casa de su abuela, en el precario barrio Juan Pablo II, de la localidad de Ceres. Mientras la tía de Maxi dormía la siesta, la abuela fue a visitar a la madre del pequeño, que había dado a luz prematuramente a su segundo hijo y, cuando la mujer volvió al domicilio, el chico ya no estaba. Después de una larga investigación que se repartió entre la Justicia Provincial y la Federal, finalmente, la abuela de Maxi, Patricia Sayago, y su pareja, Ariel Malagüeño, fueron acusados de haberlo secuestrado. 

En una primera etapa, la investigación, que comenzó con motivo de una llamada telefónica hecha por la propia imputada el 21 de diciembre de ese año, aproximadamente a las 19:40, dando cuenta de la desaparición de su nieto. estuvo a cargo del Ministerio Público de la Acusación y la Policía de Investigaciones de Unidad Regional XII de San Cristóbal y Ceres.

Con esas declaraciones, la primera hipótesis sobre la que se trabajó es que el niño podría haberse caído en una cava cercana a la vivienda, pero la búsqueda no dio resultado. Ni allí, ni en los alrededores. Las medidas de investigación se fueron extendiendo y complejizando y así, a través de la intervención telefónica del telefóno de Sayago, se logró obtener una comunicación entre Patricia Sayago y Ariel Reinaldo Malagueño, en la que se mencionaba que Maxi se encontraría con él en la localidad de Montefiore.

Finalmente, Sayago y Malagueño fueron detenidos acusados de haber secuestrado al niño y venderlo a una red de trata.