Durante la cuarta jornada del juicio oral y público por la muerte de Facu y Emi, se desarrolló la la audiencia con la presencia de testigos que realizaron algunas pericias técnicas sobre todo la otorgada por el ex coordinador del Centro de Monitoreo, Alejandro Migliazzo, quién reveló la velocidad que registraron las cámaras de seguridad del auto Fiat Uno que manejaba Gómez.

Según Migliazzo, la velocidad alcanzada por el vehículo fue de 94 kilómetros por hora y si bien las cámaras de vigilancia no captaron el momento del impacto, sí detecto el paso del vehículo que iba a gran velocidad, calculado en un desplazamiento de 25 metros por segundo.

En la audiencia de ayer, el enfermero que actuó después del trágico accidente confirmó que tomó en la seccional 14ª las muestras “habituales” de orina y sangre al conductor Federico Gómez, apuntado por los familiares de manejar ebrio y que al estar cerrado el laboratorio biológico de la Unidad Regional II tuvo que dejar los frascos en el área de Medicina Legal.

Por otra parte, el encargado de procesar las pruebas explicó que la muestra para determinar la alcoholemia era de casi un mililitro, por lo que era “insuficiente”. Desde la Fiscalía indicaron que la cadena de custodia de los frascos se rompió.

A su vez, el enfermero, un médico de la policía y el jefe del laboratorio biológico de la Unidad Regional II, Mario Minisini, indicó ayer que extrajo  las muestras “habituales” de sangre y orina y las dejó en Medicina Legal porque el laboratorio se encontraba cerrado.

Por su parte, el encargado de realizar el análisis de las muestras de orina concluyó que existe “una alta probabilidad” de que Federico Gómez haya consumido alcohol.  Además expuso  que el recipiente que contenía la muestra de sangre tenía menos de un mililitro, por lo tanto  “no se podía determinar si el grado de alcohol le había afectado la conciencia” al joven conductor. Asimismo, explicó que la muestra era “exigua” y que no se podía volver a realizar la extracción de sangre debido al tiempo que había transcurrido del hecho.