El Centro de Justicia Penal de Rosario entró nuevamente en ebullición este martes: el ex fiscal regional, Patricio Serjal fue imputado en la causa que lo investiga por filtrar información y brindar protección judicial a cambio de dinero y quedará detenido -en principio- por noventa días.

Se trata de la causa que ya tiene tras las rejas, también en prisión preventiva, al fiscal Gustavo Ponce Asahad, quien había corrido la misma suerte una semana atrás. 

El renunciado y destituido ex funcionario es acusado por los fiscales Matías Edery, Luis Schiappa Pietra, Gisela Paolicelli y María Eugenia Iribarren de «diseñar y ejecutar un plan delictivo para recibir dinero» de Leonardo Peiti, parte de una asociación ilícita que se dedicaba al juego clandestino y las extorsiones.

La audiencia comenzó alrededor de las 14.30 tras el arribo del otrora jefe de los fiscales en Rosario y, luego de algunas exposiciones, se pasó a un cuarto intermedio tras lo cual la jueza Eleonora Verón definió aceptar las imputaciones de los fiscales. 

Los cargos por los que se lo imputa a Serjal son: cohecho pasivo agravado en concurso ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público y transmisión de datos reservados en carácter de coautor y en grado consumado; cohecho pasivo agravado en concurso ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso real con y falsedad ideológica de documento público agravado por la condición de funcionario público en carácter de coautor y en grado consumado; omisión de persecución en carácter de coautor y en grado consumado, peculado de servicios en carácter de autor y consumado.

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Leonardo Peiti, quien a día de hoy se convirtió en un «imputado arrepentido», implicó a Serjal Benincasa y a Gustavo Ponce Asahad en una trama criminal tras admitir que, desde el 2018, pagaba mensualmente a ambos una suma de dinero a cambio de información reservada de posibles investigaciones en su contra y protección judicial.

El «empresario» del juego, declaró que se encontró «dos veces» con Serjal, una en un bar del centro de Rosario y otra en un hotel de Recoleta, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Según la Fiscalía, Patricio Serjal con la participación del fiscal adjunto Gustavo Ponce Asahad y su empleado Nelson Ugolini, diseñaron y ejecutaron un plan cuyo objeto fue recibir dinero de Leonardo Peiti, y a cambio se comprometían a transmitir información reservada, no investigar hechos que podrían constituir delitos y/o interferir en las investigaciones en curso y/o retardar u omitir dictámenes propios de su competencia, todo con el objeto de que no prosperen imputaciones contra Peiti. Para cumplir ese objetivo llevaron a cabo distintos hechos:

Patricio Serjal acordó con Leonardo Peiti que quien se encargaría de mantener el vínculo con él a los fines de cumplir con este pacto sería Ponce Asahad, reafirmando el acuerdo que tenían con el mismo desde al menos diciembre de 2018.

El 14 de noviembre de 2019, Serjal se alojó en el Hotel Etolie de la ciudad de Buenos Aires donde se reunió con Peiti para indicarle el cumplimiento periódico de la cuota a abonar, la que oscilaba al equivalente de entre $4 mil y $5 mil dólares mensuales y solicitarle el aumento de la misma.

Según Peiti, se reunieron entre 5 y 10 minutos en el lobby del hotel «Etoile» de Recoleta: «Le pregunté cómo veía el tema de las amenazas y me siguió diciendo que tratara de no denunciar, ‘manejate con Gustavo y fijate si se puede subir la cuota».

Los investigadores secuestraron dos tickets de peaje del 13 y 14 de noviembre correspondientes al auto oficial que utilizaba el fiscal Regional «que dicen que efectivamente el señor Serjal hizo un viaje a Buenos Aires en esa fecha». Uno es del acceso norte a Campana del 13 de noviembre -del viaje de ida- y el otro del día siguiente, a las 13.49, del regreso en el Corredor Panamericano. También hallaron un ticket de nafta del auto oficial de las 11.23 del día 14 de una estación de servicios de Figueroa Alcorta al 3000 y «el chofer (del MPA) declaró que lo llevo en numerosas oportunidades al Serjal a ese hotel», dijo un investigador. Peiti, por su parte, aportó la factura que da cuenta que el 14 de noviembre se alojó en el «Etoile».

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El ex fiscal regional viajó acompañado de un amigo y dicho viaje tuvo fines exclusivamente recreativos y se realizó en días laborables, en ese momento se trasladó en el vehículo oficial Toyota Corolla conducido por el chofer oficial asignado para el cumplimiento de sus funciones, habiendo solicitado a la Dirección de Administración de Economía y Finanzas de la Fiscalía General el reintegro de gastos de dos tickets de carga de combustible por la suma de $2.780 y $2.923 pesos de Buenos Aires, lo cual fue aceptado, emitiéndose un cheque a nombre de Serjal por las cifras requeridas.

En cumplimiento de ese acuerdo Gustavo Ponce Asahad tuvo encuentros en distintas oportunidades a los fines de recibir el dinero acordado y transmitir información relevante. Uno de esos encuentros ocurrió el 9 de julio de 2020 a las 12.35 aproximadamente, cuando Piti concurrió al Pasaje Rosales de Rosario y acordaron que serían entregados U$S 10 mil dólares ese día por la tarde.

Dicha entrega se concretó cuando se reunieron a las 18 aproximadamente en la Sede del Círculo Argentino Árabe de Rosario o Centro Cultural rabe “Lamame Charife” en Dorrego 1251 de Rosario, Leonado P. y Gustavo P.A. En otras oportunidades Gustavo P.A. se reunía con Leonardo Peiti en bulevard Oroño y Mendoza y recibía el dinero acordado.
En fecha 16 de junio de 2020 Patricio Serjal concurrió al Organismo de Investigaciones del MPA, oportunidad en la cual pudo observar un diagrama de la estructura que era objeto de una investigación que tenía como sospechoso a una asociación ilícita integrada por distintas personas, entre las que se encontraban Alejandro T. y Leonardo Peiti (ya imputados).

Al otro día, el 17 de junio de 2020 concurrió a ese lugar nuevamente, acompañado por Ponce Asahad y volvieron a ver esa investigación. El 30 de junio aproximadamente Ponce Asahad le informó a Peiti de la existencia de esa investigación y sobre posibles intervenciones de comunicaciones, aconsejando que cambiara y rompiera el teléfono, lo cual motivó Peiti dejara de utilizar la línea que se encontraba intervenida. Además le pidió U$ 100 mil dólares para evitar que prospere la investigación en su contra y lograr que se lo tratara como una víctima de lo sucedido.

Por su parte Ugolini transmitió información a Peiti sobre causas en trámite en el MPA remitiendo imágenes por WhatsApp. El 18 de febrero Ugolini le remitió Peiti un mensaje en el cual le informó las causas que podrían tenerlo como sospechoso y/o en donde se lo investigue por causas de juego clandestino y el 6 de marzo le remitió información sobre los domicilios que serían allanados en los cuales funcionarían salas de juego clandestino.

De acuerdo a Fiscalía, los fiscales junto con Ugolini obstaculizaron la investigación penal por juego clandestino a cargo de Matías Merlo, fiscal de Melincué, que llevaba como imputado a Peiti y otros, informando al imputado la existencia de la investigación y la solicitud de los allanamientos lo que motivó que Merlo desista de su realización a consecuencia de esa filtración de información.

A sabiendas de la existencia de una investigación sobre juego clandestino cuya tramitación se encontraba ante la Unidad de Delitos Económicos y Complejos el 5 de diciembre de 2018 Nelson Ugolini crea un legajo sobre juegos de azar y se le asigna por fuera de la reglamentación vigente a Gustavo Ponce Asahad con el fin de interferir en los allanamientos que estaba por realizar el fiscal Merlo.

Esto les permitió justificar acceder a información vinculada a las investigaciones y vincular a un legajo propio los legajos a cargo de la Unidad de Delitos Económicos sobre juegos de azar, en el cual solicitó una veintena de allanamientos.

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Casa baleada

En julio de 2019 fue baleado el domicilio de Peiti en Servando Bayo al 1000 de Rosario y le dejaron una pintada: «Leo pagá». Asustado, el capitalista acudió a Ponce Asahad porque, dijo, estaba pagando por una protección que creía no tener.

Según declaró, allí conoció a Serjal. «Entonces tenemos una charla ahí en un bar. Le pregunté a Patricio cómo era el tema y me dice: ‘Mirá, te aconsejo que no denuncies porque no están dadas las garantías  hoy por hoy denunciar, tratá de seguir dilatándolo y manejate con Gustavo por el tema de la cuota», relató el arrepentido.

Desde Fiscalía dijeron que a sabiendas que Leonardo Peiti estaba siendo víctima de hechos violentos contra su persona en los que Maximiliano D. (ya impuado) o allegados le reclamaban dinero a cambio de no dañarlo a él o a su familia, Serjal, Ponce Asahad y Ugolini omitieron promover la persecución penal contra los posibles autores.

Para ello Serjal y Ponce Asahad se reunieron con una Fiscal quien se encontraba a cargo de la tramitación de una causa por haber recibido la consulta en el turno de Flagrancia, y le dieron indicaciones precisas de no realizar medidas de investigación, y que no cite a la víctima afirmando que se había comunicado con el abogado de la misma y éste le había informado que estaba fuera de la ciudad.