El presunto asesino de los hermanos Agustina y Javier Ponisio fue imputado hoy por el crimen ocurrido el 16 de octubre pasado. Así lo decidió el juez Gonzalo López Quintana al considerar que la evidencia presentada por el fiscal Florentino Malaponte reviste la contundencia suficiente para considerar la autoría de los hechos que se le imputan a Hernan Javier P.

La audiencia imputativa por el crimen de los hermanos Agustina y Javier Ponisio se desarrolló en la mañana de hoy y fue presidida por el juez penal Gonzalo López Quintana. En representación del Ministerio Público de la Acusación estuvo el fiscal, quien realizó la investigación por el doble crimen de barrio Saladillo. En tanto, la defensa del imputado estuvo a cargo del Servicio Público de la Defensa Penal representado por los abogados Nancy Zully y Pablo Tojo.

Al inicio de la audiencia y antes que se realice la imputación, la defensa realizó un planteo que apuntó al pedido de un examen médico forense sobre el detenido para constatar si el mismo puede comprender lo que se discuta en la audiencia y sobre la comprensión de la criminalidad de sus actos.

Ante este planteo, la Fiscalía rechazó el pedido basándose en que el detenido ya tiene imputaciones en otras provincias por casos similares y no hubo impedimento, en los otros casos, para realizar las imputaciones correspondientes ya que finalmente no se presentaron nulidades al respecto. Además los estudios solicitados se realizaron en otras provincias y arrojaron como resultado que el detenido es capaz de comprender todo lo que se expone en la audiencia.

Aclarado este punto, la Fiscalía le comunicó al detenido que se lo acusa como autor del doble crimen de Agustina y Javier Ponisio ocurrida el 16 de octubre pasado en la vivienda de las víctimas , ubicada en Castro Barros 5586, de barrio Saladillo.

El fiscal Malaponte lo acusó de ingresar a la vivienda gracias a la confianza que le tenía la familia debido a que mantenía una relación amorosa con una amiga de Agustina desde hacía unos tres años. Y con total frialdad asesinó a los hermanos para lograr impunidad en el robo que ya había planificado con anterioridad. Luego se apoderó de una suma de dinero y otras pertenencias de las víctimas y se retiró del lugar.

A continuación el fiscal dio un detalle cronológico y pormenorizado de las evidencias que recolectó durante la investigación que lo llevaron a considerar que Hernán Javier P. es el autor del crimen que se le imputa que coincide con la conducta típica de doble homicidio criminis causa agravado por el uso de arma de fuego de guerra y robo calificado.

En primer lugar se basó en el testimonio de dos vecinos que coincidieron en la presencia de un auto Siena color verde estacionado frente a la casa de los Ponisio alrededor de las 8.20 de la fatídica mañana.

Uno de los testigos indicó que además de observar el auto, escuchó un ruido muy fuerte alrededor de las 8.30 pero no le dio importancia, luego escuchó el ruido de la puerta de calle de los Ponisio y vio que un joven se subía a un Siena color verde que inicia la marcha en dirección hacia Arijón.

La Fiscalía verificó estos dichos con las imágenes de las cámaras de seguridad ubicada en Avenida del Rosario y Castro Barros, donde se puede observar la presencia del vehículo descripto por los testigos.

La investigación continúa cuando las imágenes de las cámaras son exhibidas al padre de las víctimas, quien no duda en identificar el auto y afirma que pertenece a Hernan Javier P., quien es conocido de la familia por mantener una relación con una amiga de Agustina.

El joven se había ganado la confianza de la familia Ponisio por ser una persona muy amable en el trato. También indicó que el joven había manifestado que vivía en Buenos Aires y que tenía a su padre enfermo de cáncer. Además contó que el joven le había manifestado que venía a Rosario a realizar un curso de armero.

Con estos datos, la Fiscalía pide información a la institución que dicta esos cursos y así obtiene datos del sospechoso con lo que se inicia la búsqueda para dar con su paradero. Así descubren que el Siena verde visto el día del crimen estaba a su nombre, al indagar sobre las multas del vehículo logran determinar su domicilio.

Con el avance de la investigación y cruces con la policía de la provincia de Salta se pudo saber que era buscado por la justicia por otros crímenes de similares características y donde había utilizado el mismo vehículo.

Luego fue detenido en Metán, provincia de Santiago del Estero, por otro crimen. En el procedimiento se secuestraron dos pistolas Marca Taurus calibre 9 milímetros, una pistola marca Bersa calibre 3.80, teléfonos celulares, dos tubos silenciadores, 22 mil pesos en efectivo, pasamontañas, cintas adhesivas, dardos, tablets y otros elementos que están sujetos a reconocimiento, además del Siena verde. Cabe señalar que el auto Siena color verde presenta una rotura en una óptica que es coincidente en todas las imágenes tomadas por las cámaras de Rosario y de Metán, con el auto secuestrado.

Otro testimonio, del primo de las víctimas, indica que el detenido se dirigió el día anterior a la casa de los Ponisio y luego llevó a Agustina al trabajo. Relato que también pudo ser constatado en las cámaras de seguridad del Sanatorio de Niños, donde trabajaba Agustina y las cámaras de seguridad de Oroño y Córdoba donde se ve el Siena verde momentos después de la entrada de la víctima a su trabajo.

Por otra parte, se realizan las pericias a las armas secuestradas en poder del sospechoso y se logra constatar a través de las pericias balísticas que el arma utilizada en el crimen de los hermanos Ponisio es la misma que la utilizada en el crimen de El Galpón, provincia de Salta y que tanto las dos pistolas Taurus como la Bersa están registradas a nombre del imputado.

Con todos estos elementos el fiscal pidió que se le impute el delito de doble homicidio criminis causa, en concurso real con el uso de arma de fuego de guerra y robo calificado y pidió la prisión preventiva sin plazo para el imputado.

A su turno la defensa se opuso a la calificación y argumentó que nadie vio al sospechoso disparar y darle muerte a las víctimas como así tampoco las circunstancias en las que ocurrió el doble homicidio.

Luego de escuchar los argumentos de las partes el juez Gonzalo López Quintana, le ofreció al imputado la posibilidad de dar su versión de los hechos, el cual se abstuvo de prestar declaración. En tanto, el juez hizo lugar al pedido de la Fiscalía en cuanto a la calificación del delito y a la prisión preventiva fundado en que la defensa no logró revertir las evidencias presentadas por el fiscal y por entender que existen elementos suficientes para considerar la peligrosidad procesal y que en un probable juicio la pena en expectativa es prisión perpetua y de cumplimiento efectivo.

En tanto, el detenido será alojado en un instituto del Servicio Penitenciario de máxima seguridad por considerarlo muy peligroso.

Foto : Salvador Hamoui