«Me mandó a matar Lucho, denúncienlo, denúncienlo, denúncienlo». Esa fueron algunas de las últimas palabras de Damián Gómez. registradas en uno de los siete audios de whatsapp que mandó minutos después de que lo acribillaran a balazos, el pasado 21 de junio, cuando se encontraba dentro de su auto en Balcarce y Anchorena, justo cuando estaba por finalizar el partido que Argentina le ganó a Paraguay en la Copa América. El joven bajó del vehículo, se arrastró algunos metros y fue recogido por un auto. Murió poco después en el hospital Clemente Álvarez. Ese crimen fue uno de los delitos que se le achacan a Luciano Uriel Cantero y por el cual quedó detenido este viernes en prisión preventiva tras su audiencia imputativa. Mañana sábado deberá enfrentar otra imputación por tenencia de armas.
Este viernes, en audiencia imputativa, el fiscal Gastón Ávila le atribuyó a «Lucho» el homicidio de Damián Gómez, quien alguna vez fuera su amigo y aseguró que «Lucho Cantero asoma como un jefe, un líder de una nueva camada, más allá de que los llamemos Los Mono o no, de una asociación criminal».
El juez Héctor Núñez Cartele aceptó la calificación de homicidio agravado y dictó la prisión preventiva efectiva por los plazos de ley.
Con amigos así…
De acuerdo a lo detallado por el fiscal Ávila, Gómez era amigo, incluso «trabajaba» en la venta de estupefacientes a la órdenes de Luciano Cantero. «En el mes de marzo, Gómez cayó detenido en el juzgado federal y, a partir de ahí hay un quiebre en la relación.
Las razones de esa ruptura aún son materia de investigación. «No sabemos aún si fue por el hecho de caer detenido, o por alguna deuda pendiente por los estupefacientes, o por alguna otra variable, pero hay un quiebre en la relación. Posterior a ello fue amenazado directamente por Luciano Cantero y luego le balearon la casa. Hay un testigo que apuntó a Cantero por esa balacera y la víctima decidió irse del barrio.
En esa época, Gómez vivía en barrio 17 de agosto, no muy lejos de la casa de «Lucho», donde fue detenido el pasado martes durante los allanamientos en los cuales le secuestraron más de 20 armas de alto poder de fuego y 500 municiones. Pero, alejarse del barrio no le salvó la vida. Ese lunes por la noche, más de una docena de balas 9 milímetros se incrustaron en el lado del conductor del Chevrolet Celta rojo, con vidrios polarizados que manejaba Gómez. Un auto particular lo levantó y lo trasladó al Heca. A las 4.30 del martes se anunció su muerte.
«Lo relevante, lo fuerte de la evidencia que tiene esta fiscalía es que la víctima, antes de subirse a ese auto, le dice a su círculo íntimo que Lucho lo estaba buscando para matarlo y luego, mientras agonizaba y era trasladado al hospital, envió siete audios de whatsapp en los que manifestaba su miedo a morirse y, en uno de ellos dijo: «Me mandó a matar Lucho, denúncienlo, denúncienlo, denúncienlo».
Un nuevo líder
El fiscal Gastón Ávila entiende que la figura de Luciano Uriel Cantero puede ser ubicada en el rol de jefe. «Entiendo que él asoma como un jefe, un líder de una nueva camada, más allá de que los llamemos Los Monos no, sin dudas es una asociación criminal. Esa foto que se hizo viralizar en todas las redes sociales con el cantante Zaramay, con gran cantidad de armas, ya daba cuenta del poder de fuego que tenían. Eso se vio reforzado con otros videos que se hacen publicar, con armas de fuego, y que son formas de demostrar cierto poderío en el ámbito que se manejan y sin dudas, el hecho de haber encontrado 20 armas de fuego y más de 500 municiones da cuenta del poder que tienen».
En ese sentido, Ávila apuntó que es atinado decir que Los Monos no fue únicamente el «Pájaro» Cantero en su momento, no es solamente el «Viejo» Cantero o «Guille» Cantero. «Van mutando las personas, son fungibles quienes operan en los estratos inferiores de la banda. Y creo que un poco por, no sólo por la portación de apellido y por la herencia que tiene por ser hijo del «Pájaro», sino por los propios actos que ha ido llevando adelante, lo demuestran como alguien de jerarquía, por lo menos, en este grupo en particular».
