por Florencia Vizzi

Otra vez la sala 1 de los Tribunales Provinciales se vio colmada. De un lado de la sala, los familiares y allegados de Alberto y Alicia Perassi, y del otro, familiares y allegados de los ocho imputados por la muerte, desaparición y encubrimiento de Paula.

Alicia y Alberto Perassi. Foto: F. Vizzi

 


Cerca de las 10,  el juez Prunotto Laborde dio por iniciada la audiencia, otorgándole la palabra al fiscal de Cámaras, Guillermo Camporini, quien, asistido por el fiscal Donatto Trotta, se dedicó a responder los agravios presentados ayer por los defensores.

Camporini ratificó que, a criterio del ministerio fiscal, entiende que el auto de procesamiento dictado y la consiguiente prisión preventiva se encuentra conforme a derecho teniendo en cuenta los elementos existentes

Nuevamente los argumentos, en este caso,  los de la fiscalía,  y posteriormente de la querella,  versaron principalmente en la extendida red de comunicaciones telefónicas sobre las que se basa una importante parte de la investigación realizada.

El funcionario judicial dio por demostrada, categóricamente, el vínculo  entre Paula Perassi y Gabriel Strumia, afirmando que “no existe ya, a esta altura, absolutamente, ninguna  duda de la  relación sentimental que mantenían.  No existe posibilidad alguna de poner en duda esa relación, porque, además, ha sido admitida, tardíamente, y eso es determinante, por el imputado”

También hizo referencia a la relación de amistad que unía a Strumia con el padre de Paula, a quien, presuntamente, y aprovechándose de esa amistad, intentó engañar y despistar mostrándole un mensaje que la víctima le habría mandado desde San Juan, diciéndole que estaba bien y que quería estar sola.

Camporini además, señaló que fue el empresario puertense quien le presentó al comisario inspector Puyol, imputado también,  por encubrimiento.

El relato del fiscal de cámaras se extendió sobre las comunicaciones que Paula habría tenido, vía Facebook, con un amigo en común, en las que manifestaba, que se encontraba embarazada, que su amante le pedía que se realizara un aborto, al que, en principio,  había accedido, que se llevaría a cabo el 17 de septiembre, en Rosario,  pero del cual finalmente se arrepintió. Un día después, recibe la llamada que la hace salir precipitadamente de su casa, sin llevarse ninguna pertenencia, con la extraña excusa de que debía buscar una tarea para su hija.

La fiscalía argumentó  además sobre el procesamiento de  Roxana Michl, la esposa de Strumia, a quien considera que participó directa y activamente en el presunto secuestro de la joven, a la que luego trasladaron por la fuerza a Timbúes para obligarla a abortar.

Hay elementos sobrados  para mantener el procesamiento, y además, el fiscal señaló que la investigación aún está en desarrollo y pueden aparecer nuevos elementos que ameriten cambios de calificaciones en los delitos que pueden incluso, llevar a unas conductas con penas mayores.

En lo que refiere a Mirta R., la supuesta partera que habría llevado a cabo la intervención no deseada, Camporini volvió sobre el testimonio de Nicolás  Vázquez, su ex yerno, quien la había denunciado por esta acción en Asuntos Internos,  testimonio que la defensa remarcó ayer como absolutamente falso, fruto de una pelea familiar que lo mantiene enfrentado con su suegra.  El fiscal señalo que, en el allanamiento, efectivamente fueron halladas pastillas de Oxaprost y tubos de goma que, se presume, se utilizarían como sondas para producir abortos.

causa-perassi3-bn-fvizzi

Alicia , mamá de Paula. Foto: F. Vizzi

En tanto, al referirse a los planteos realizados por los defensores de los cinco policías imputados por encubrir la muerte y desaparición y desviar la investigación, el funcionario volvió a explayarse sobre las comunicaciones telefónicas entrecruzadas entre quienes debían investigar e investigados.

Tal fue el caso del comisario inspector y jefe de la Agrupación Cuerpos, de quien se registran numerosas llamadas a los teléfonos de Strumia, y cuya defensa alegó que se deben a una relación comercial.

Además, Guillermo Camporini, se refirió a los otros agentes de la brigada de investigación,y destacó que no es cuestión de “desidia investigativa” en algunas cuestiones, sino una conducta sistemática de omitir puntos, producir equívocos y demoras que perjudican los resultados, “perder” pruebas como en el caso de una carta encontrada firmada por Paula o de uno de los cassettes de las escuchas realizadas. Cuando la investigación no se lleva a cabo adecuadamente, entonces tenemos que hablar de “omisión dolosa”.

En cuanto a la refutación de la querella, Adrián Pérez alegó que lo que viven Alicia y Alberto Perassi y toda su familia es absolutamente macabro. No saben que hicieron con el cuerpo de Paula. Pérez insitió en que se había puesto en marcha una maquinaria perversa que desapareció a la joven embarazada como se hizo durante la última dictadura. Funcionarios policiales con el claro objetivo de “no dar entidad a una persona”, y este mensaje siniestro se repite.  “El dictador Videla expresó en su momento que un desaparecido, en tanto esté como tal es una incógnita, si apareciera tendría un tratamiento x, si se comprobara su fallecimiento tendría un tratamiento z, pero mientras sea desaparecido no puede tener un tratamiento especial”

Pérez explicó que la causa realmente empezó a avanzar cuando advirtieron la ingeniería policial al servicio del encubrimiento. Fueron los policías quienes “habían hecho, ex profeso, una desaprensión de pruebas”. Cuando lograron neutralizar eso, la investigación cambió totalmente.

Se permitió, además, algunas referencias literarias, al hablar del 18 brumario de Luis Bonaparte, en relación a la estructura policial que, según su teoría,  colaboró con la desaparición de Paula y que puso en paralelo con los desaparecidos de la dictadura. “Hegel ha dicho alguna vez que todos los hechos importantes de la historia universal, es como si ocurrieran digamos, dos veces. Pero omitió añadir que primero ocurre como tragedia y después como farsa”.

El letrado hizo hincapié en que, dado la forma en que han actuado todos los procesados representan una clara “peligrosidad procesal”, por lo cual, es importante que sigan detenidos.

Tensión y emoción

Varios fueron los momentos en que la Sala 1 de Audiencias vibró por los encontronazos verbales que se produjeron entre los letrados de la defensa y los fiscales y representantes de la querella.

causa-perassi2-bn-fvizzi

Albeto Perssi. Foto: F. Vizzi

En más de una oportunidad, se cruzaron y se acusaron mutuamente por dichos y acciones. Al  igual que ayer, cuando en uno de los momentos más tensos, Krupnik se despachó contra el fiscal Moscetta diciendo que “se rascó por cuatro años”, lo que le valió una réplica de la fiscal y un llamado de atención del juez, la defensa descargó su enojo por lo que considera una pobre actuación de la fiscalía y de los jueces de instrucción, que terminó perjudicando la investigación y repercutió en algunos de los oficiales acusados.

El más contundente en esas acusaciones fue el doctor Jorge Bedouret, quien lleva adelante la representación Jorge K., Aldo G. y María José G., quien se mostró molesto por las referencias  a Videla y a la criminalidad moderna, cuando, en realidad “estamos hablando, no de aquel pasado negro de la historia argentina, sino de una investigación que no ha dado sus frutos porque no se ha realizado como corresponde”.  “Hay que hablar del “estado de inocencia”  porque es impostergable, aquí hay falta de pruebas,  y un proceso penal requiere eso, un nivel probatorio. El fiscal de Cámaras ha dicho estar orgulloso de su gente, en una clara actitud corporativa, para defender a los jueces y fiscales de grado, etc. ¿Y saben quiénes eran los grandes impedimentos? Lo puede decir el señor Perassi, aquí presente, cuando mis defendidos llevaban una medida de prueba para realizar, ¿quien era el que se oponía?  ¡El juez Filocco! ¿Quién es el que no apareció en ningún lugar de la investigación durante mucho tiempo? ¡El fiscal Moscetta! ¿Quién era el que no les permitía seguir pista nuevas o viejas a los investigadores? El juez instructor.  Tuttau, quien ahora tendrá una actitud distinta, como dijo Camporini, pero que en ese momento actuó como actuó».

No podemos tener el tupé de dar vuelta la cronología par que parezca que ahora los investigadores son los responsables del desaguisado. ¡Esto sí que es una falta de respeto a la justicia, al estado de inocencia y al derecho!”

Alicia y Alberto Perassi

Alicia Perassi en tribunales. foto: F. Vizzi

Guillermo Camporini, por su parte se permitió momentos de emoción al referirse a la larga pelea que lleva adelante Alberto Perassi y su familia,  “quien sólo pide justicia, y reclama saber que pasó y dónde está el cuerpo de su hija”. Al pronunciar estas palabras, en medio de su exposición , la voz del funcionario se quebró. Lo mismo ocurrió cuando se refirió a la condición de desaparecida de Paula, momento en que también se permitió recordar el dolor vivido por los familiares de desaparecidos, y hacer una referencia personal, ya que declaró tener un familiar en esas condiciones.

Testimonios imprevistos.

Cerca del final de la audiencia los abogados defensores solicitaron al juez que otorgue la posibilidad de expresarse a los imputados.

Si bien, el fiscal de Cámaras, Camporini,  opuso resistencia, alegando que no corresponde, finalmente accedió,  a condición que se tuviera la misma deferencia con Perassi. A continuacion, algunos de los testimonios

Comisario inspector Adolfo Daniel Puyol

“Yo soy un policía, comisario inspector, con 29 años de servicio”, entré en el año 86 a la policía. Siempre tuve una actividad aparte de la policía. Vendí ropa en una época. En el año 2005 comencé un negocio familiar con mi esposa, comprando camiones.  Ese negocio empezó a crecer, y en al año 2006 lo conocí al señor Strumia, por una cuestión comercial, ya que él fabrica trenes delanteros, elásticos,  frenos….  Desde esa época tengo una relación comercial. Nunca tuve una amistad como se ha dicho. Cuando ocurrió lo del Paula Perassi,  yo cumplía labor como jefe de Agrupación Cuerpos. El señor Strummia me llamó y me dijo que la hija de un amigo había desaparecido y que le indicara que tenía que hacer.

Yo lo que quiero dejar en claro que la relación que nosotros tenemos es solamente comercial. No somos amigos. Gracias por escucharme. El doctor Tuttau no lo hizo, se me reía en la cara. Yo le pido que me ayude a terminar mi carrera en paz”.

Sargento Gabriel Godoy:

“Yo trabajé en investigaciones en el 2011. Trabajé inicialmente en la causa Perassi. 11 horas por día, y en permanente contacto con el juez y con mis superiores, y también en permanente contacto con el señor Perassi. Él sabe lo que yo trabajé en esta causa, mejor que nadie. El día de mi detención yo estaba en la jefatura trabajando. ¿Qué grado de peligrosidad puedo acarrear yo para la gente?.Mi mamá fue a la casa del señor Perassi, y mi hijo trabaja en una estación de servicio y le carga nafta al señor Perassi todos los días. Obviamente me voy a sentir orgulloso si esto se aclara, porque yo trabajé mucho para encontrar a los responsables. Yo estoy preso por trabajar… es ¡ilógico y todo el mundo lo sabe!”.

Alberto Perassi:

“Señor juez, yo era amigo del señor Strumia, que ahora no me mira, pero quisiera que me mire. Cuando pasó todo esto, el señor Strumia, vino a mi casa a llorar abrazado con mi señora en mi taller. Yo siempre decía “que amigo que tengo”, por cómo me acompañaba, me llevó hasta la puerta de la comisaría para hacer la denuncia y hasta me dio la foto de Paula. Él me dijo que hable con Puyol». 

causa-perassi5-bn-fvizzi

Padre, madre y hermana, pidiendo justicia. Foto: F. Vizzi

«Es cierto que el señor Godoy trabajó muchísimo, y cuando su mamá fue a hablar conmigo, le dije que nunca lo voy a perdonar, porque no dijo quien le sacó la causa y dónde fue a parar la investigación que había hecho. Se quedó en el silencio y nunca denunció que había cosas raras». 

Tengo dos nietos que están esperando a su madre, y lo peor de todo esto es que esto me lo ha hecho un amigo que me decía que yo era su segundo padre. Tengo dos nietos que saben que su abuelo sale a buscar a su mamá, ¿y como la voy a traer? ¡Si tengo una corporación en contra! ¿Como la voy a traer si durante tres años me vendieron espejitos de colores? Lo único que le pido, señor juez, es que haga justicia”.

Fotos: Florencia Vizzi